Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Peligra la continuidad de diversas escuelas rurales

La Asociación de Ganaderos y Agricultores pide sostener a estas instituciones, que son un emblema.
El éxodo de las familias de campo a las ciudades es uno de los problemas.

Cecilia Corradetti

ccorradetti@lanueva.com

Las escuelas rurales de nuestro distrito atraviesan una difícil situación y corren el riesgo de ir desapareciendo.

Al menos así lo sostuvo el abogado Enrique Fortunato, presidente de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca, quien afirmó que los factores son diversos y que tanto desde esa institución como desde la comisión de Educación de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) “no cesamos de insistir en la necesidad de cuidar y fomentar a la escuela en el ámbito rural”.

Según el dirigente, es necesario un replanteo total sobre la educación rural en vistas de lo que está sucediendo en el ámbito del campo y agregó que los principales ejes deberían ser planes y presupuesto adecuados; transitabilidad de los caminos rurales; conectividad; electrificación rural y seguridad.

“No puede ser que los chicos no puedan ir a clase gran cantidad de días del ciclo lectivo por intransitabilidad de los caminos”, ejemplificó, para añadir que, hoy en día, “es imprescindible tener servicio de telefonía e internet en los campos para educarse, trabajar o realizar trámites que solo se pueden hacer por esa vía”.

Fortunato hizo mención a otra gran falencia relacionada con la electrificación rural y sostuvo que “hace años que no se avanza con la extensión de las redes de este servicio básico”.

Asimismo, continuó, existe otro motivo que atenta contra la radicación de las familias en los campos y, por ende, conspira contra el funcionamiento adecuado y la cantidad de matrícula que reciben esas escuelas.

“La familia rural habitualmente vive aislada y reforzar su seguridad es fundamental”, reflexionó.

Claro que el problema de la rentabilidad también es clave en lo referido a un tema tan sensible como la educación de los chicos que viven en los campos.

“La casi nula rentabilidad, artificialmente impuesta al sector durante varios años, ha provocado la disminución de la inversión y mantenimiento en los establecimientos rurales”, expresó el directivo.

En ese sentido, Fortunato remarcó que la proliferación de planes sociales sin incentivo al trabajo ha disparado en los últimos años el éxodo de la familia rural hacia los centros urbanos.

“Todo junto afecta el arraigo en los campos, tanto de los productores como de los empleados rurales", manifestó.

Y eso, desde ya, diezma la matrícula de las escuelas rurales, "que se van cerrando por falta de alumnos”, subrayó el dirigente de nuestra ciudad.

Algunos establecimientos Cerrados o en riesgo

En los últimos años varios establecimientos del distrito se quedaron sin matrícula. Algunos casos fueron la Escuela 42 de La Vitícola; la 53 del paraje Los Mirasoles; las 31 y 43, en cercanías de Cabildo y la 45 de Napostá.

Dos años atrás corrió la misma suerte otro establecimiento emblemático, la Escuela 49 del Camino La Carrindanga. Allí, en 1984, se registró la mayor matrícula en la historia de la institución, con más de 20 alumnos. Luego fue decreciendo.

¿Los motivos del cierre? Dos alumnos cambiaron de colegio porque en la reprogramación del transporte el recorrido no pasaba por allí. Los restantes eran hermanos, hijos de un peón rural que se mudó a la ciudad.

La Escuela Nº 56 del Paraje La Hormiga continúa funcionando con gran esfuerzo pero corre peligro de cierre a pesar de contar con servicio de combi para llevar a los alumnos.

También siguen en funcionamiento la de Alférez San Martín --cuenta con combi--; Grunbein y Villa Bordeu. Las escuela del Paraje El Sauce y la situada en inmediaciones de la FISA cuentan con combi y ambas poseen una matrícula más numerosa.

La Asociación de Ganaderos y Agricultores apadrina y contribuye con la escuela de Bordeu.

“Se está trabajando para que los chicos adquieran conocimientos adicionales al plan oficial. Aprenden horticultura, lombricultura, estamos trabajando más que nunca, junto con el director y docentes”, dijo Fortunato.

Agregó: “Estamos apoyando la producción de compost y lombricompuesto. Más adelante se traerá un ingeniero del INTA Ascasubi para el aprendizaje sobre invernadero y huerta”.