Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Siguen las críticas al proyecto para traer agua desde el río Colorado

El doctor Adán Pucci insistió en la mala calidad del líquido que puede ser destinado a la población local en caso de concretarse el demorado acueducto. También habló sobre su impacto en el riego de los cultivos en la zona.
El río Colorado, según un proyecto gubernamental de larga data, debería resolver el problema del agua potable en la región. Hay opiniones en contrario.

Adrián Luciani

aluciani@lanueva.com

Nuevas y serias objeciones al proyecto destinado a traer agua para consumo humano desde el río Colorado volvió a expresar el doctor Adán Edgardo Pucci, ex titular del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) e investigador del Conicet, no solo por la cantidad que se obtendría sino por la mala calidad del líquido.

“Llama la atención el insistente y permanente interés de círculos políticos por llevar a cabo ese acueducto, ya que desde el gobierno provincial de Alejandro Armendáriz entre 1983 y 1987, hasta el presente todas los gobernadores han manifestado rápido interés por la construcción, poniendo siempre en primer plano el hecho de que las obras `ya tienen financiamiento´, elemento este que no pasa de ser uno de los muchos aspectos importantes que deberían tenerse en cuenta antes de las obras”, sostuvo.

Pucci señaló que cuando las aguas del río Curacó arriban al curso del Colorado, pueden llegar a tener una altísima salinidad, con valores del orden de los 22.000 miligramos de sales por litro de agua.

“Estas aguas producen una grave alteración de la composición salina, que las hace inadecuadas tanto para el riego como para potabilizar, siendo esta la preocupación de los regantes de Corfo y de los abastecimientos de agua a las poblaciones cercanas. La interrupción del riego agrícola, como la entrega a las poblaciones, puede durar varios días y salinizar fuertemente los suelos, con lo que ello conlleva”.

Dijo que para evitar estos problemas se construyó entre 1985 y 1993 el denominado Tapón de Alonso, una obra pensada para regular el manejo y el control de las aguas del Curacó, dentro de un acuerdo entre las provincias de La Pampa, Río Negro y Buenos Aires.

Recordó que este acuerdo no fue respetado por La Pampa y ya el 13 de abril de 2007 "en uso de sus derechos soberanos" abrió el Tapón de Alonso, con los daños ya señalados.

“Ahora nuevamente, el gobierno provincial pampeano ha comunicado que no permitirá el cierre del famoso tapón, por lo que de llegar agua por el río Curacó ellas entrarán libremente al cauce del Colorado", indicó Pucci.

Señaló que esa noticia alarmó a la gente de Corfo, por ello la disponibilidad y calidad de agua del Colorado dependerá siempre de las decisiones soberanas del resto de las provincias que manejan la cuenca de ese curso.

“Relacionar estas situaciones con la idea de construir una obra de gran magnitud sobre el Colorado para abastecer de agua a la región bahiense ha originado una lógica preocupación, que todos conocemos”.

Pucci viene protagonizando una ardua polémica con otros especialistas, según puede constatarse en las ediciones de este diario de los días 8, 18 y 19 de junio de junio pasado.

En otro tramo del diálogo mantenido con este diario, el especialista dijo que leyó la opinión del Coirco en este tema, frente a la cual considera necesario señalar que si bien La Pampa tiene un acueducto de aproximadamente 1.500 kilómetros, con el cual abastece a su población, la toma se lleva a cabo aguas arriba de la desembocadura del río Curacó o Chadilieuvú, de manera tal de quedar al margen de posibles derrames --muy salinizados--, aportados por la cuenca semi-endorreica del río Salado.

“Además, deberían haber mencionado que esa es la única posibilidad de agua que tiene la provincia, por lo que no quedaba otra solución”, manifestó.

Recordó que los principales derrames salinizados del Curacó fueron en 1983, 1998 y 2007.

“En cuanto a la seguridad jurídica que se proclama, debo transcribir las publicaciones de ese tiempo de las autoridades pampeanas que mencionaban que el 13 de abril de 2007, en uso de sus derechos soberanos y frente a la inundación de sus campos, abrieron el tapón de Alonso y toda el agua de las lagunas del área y las retenidas por las obras llegaron al Colorado, salinizándolo totalmente”.

Pucci dijo que eso provocó el cierre total de los canales de riego de Corfo, daños a los cultivos y el cierre de los servicios de agua potable en varias localidades como Pedro Luro y Río Colorado.

“Considero que debe haberse producido un error cuando se afirma que el río Grande (prácticamente agua de deshielo) se junta con el Atuel para formar el Colorado. En realidad y como lo demuestran las cartas geográficas, el Colorado está formado por la unión de los ríos Grande y Barrancas", mencionó.

“Por eso –agregó--, las apreciaciones sobre las salinidades de esos ríos deben ser tratadas separadamente. En cuanto a los valores de los análisis químicos sobre la salinidad creciente del río Colorado, los he obtenido en el año 1971 y luego he tomado el de instituciones muy importantes en 2004, 2005 y 2009. Como se considera que los valores químicos del agua de un río solo puede variar significativamente a partir de fenómenos naturales o por contaminación, solo una apreciación lógica me permite estimar el incremento de la salinidad del río Colorado".

Para el especialista sería de mucha utilidad que los regantes de Corfo se pronuncien sobre la salinización de sus suelos y la salinidad del agua de regadío tomada en el sitio conocido como “Paso Alsina”, casi en el límite con La Pampa.