La saturación del cementerio municipal, un problema a tener en cuenta
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
La capacidad del cementerio municipal tiene límites. Mientras que en su primer año de funcionamiento (1885-86) hubo 214 fallecidos en el partido de Bahía Blanca, en 2015 los muertos fueron 3.600, lo que habla a las claras de que a 131 años de su inauguración, la ciudad creció notablemente y las tierras que en el siglo XIX podían parecer inagotables, en el XXI ya son exiguas.
Hace un año, el anterior director del predio, Héctor Quiroga, auguraba, en caso de continuarse con un alto porcentaje de inhumaciones, una vida útil de 5 o 6 años. Hoy, su reemplazante, Daniela Calvo, prefiere no aventurarse con un plazo concreto de agotamiento del terreno, ya que el cambio de costumbres en la gente –-menos entierros, más cremaciones-- y la recuperación de nichos y sepulturas permite que se pueda ser optimista al respecto.
Para entender el ritmo de crecimiento en la ocupación de tierras basta con ver una herramienta digital muy elocuente. Se trata del programa de computadora Google Earth, que permite comparar imágenes satelitales del lugar tomadas en febrero de 2006 y en febrero de 2016, y muestran el avance de las tumbas sobre las tierras vacías.
Sin ir más lejos, de los --aproximadamente-- 115.000 metros cuadrados del sector “nuevo” del cementerio --el ala oeste-- solo permanecen sin ocupar 24.000 m2, mientras que hace 10 años se contaba con 47.000 m2 disponibles.
Las posibles formas de detener la superpoblación de sepulturas son: por un lado, la recuperación de espacios y nichos, y por el otro la opción de la cremación en lugar del entierro de los fallecidos, una tendencia en alza en muchos países.
“Trabajamos en esto todos los días del año, reordenando y recuperando espacios, haciendo diferentes seguimientos y planeando la mejor forma de ocupar lugares que se creían inutilizables”, dijo la jefa del cementerio.
“Contamos con el 'Plan de recuperación de tierras y nichos', además de tener aún espacios para construir nichos a futuro. Y, teniendo en cuenta cómo se ha incrementado la opción de la cremación, es factible que el tiempo de vida útil de las tierras pueda extenderse”, agregó.