Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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General Cerri, donde el optimismo y la fe derrotan a la cautela

Si bien preocupa la falta de generación de empleo, varios comerciantes reconocen un panorama positivo y otros destacan el auge de la construcción. Opiniones. Elba Cufré / cerri@lanueva.com
Con la pujanza de otras épocas, la vecina localidad afronta de manera digna la incertidumbre que se generó por el cambio de gobierno y las nuevas políticas económicas.

"¿Recesión? Yo mentiría si dijera que estoy percibiendo algo así. El miércoles 10 tuvimos un record de clientes. Contamos 287 personas entre los que cortaron numeritos para ser atendidos y no todos lo hacen. Y entre el lunes y el miércoles sumamos 742", cuenta Jorge "Pato" Visani desde la ferretería y venta de materiales de construcción que regentea hace 34 años.

Una recorrida por las calles del pueblo permite advertir una constante circulación de vehículos y peatones y una activa vida comercial. Y es no es casual que el rubro del "Pato" sea uno de los más florecientes. Prácticamente no hay ningún sector en Cerri donde no se esté construyendo.

Al frente de su surtido polirrubro, Luciano Widman, presidente de la Cámara de Comercio local, aporta su mirada: "Este mes, como todos los eneros las ventas decayeron un poquito. Hay mucha gente de vacaciones, aunque se está viendo otra modalidad, la gente ya no sale por 15 o más días y es más frecuente el turismo de fin de semana. Yo estoy esperando que a partir de esta quincena se incentive la venta de la canasta escolar. Si bien soy optimista, si tengo que definir este momento diría que es de cautela y un poco de incertidumbre".

En cuanto a la generación de empleo por parte de los camaristas, manifiesta que "la mayoría son emprendimientos familiares, pero como dato positivo debo decir que los que incorporaron empleados, sobre todo en el rubro indumentaria, lo hicieron en blanco".

Precisamente éste es el tema más preocupante. La termoeléctrica ya finalizó su primera etapa constructiva, en la que llegó a dar trabajo a más de un millar de operarios, y en cuanto a su planta permanente, tal como es el caso del centro de distribución, que ocupa el reciclado edificio de la Lanera, no responde a las expectativas sobre la mano de obra local.

En Cerri, quienes no son empleados públicos (reparticiones oficiales o establecimientos educacionales) tienen pocas opciones laborales: o son camioneros, o trabajan en el molino harinero o la empresa láctea que lleva el nombre del pueblo, o son cuentapropistas en los más diversos rubros.

Venta de ropa, elaboración y delivery de alimentos, artesanías, remises "truchos" son parte de la economía informal que permite subsistir o incrementar los ingresos familiares.

Constante construcción

"Cerri siempre fue algo distinto. Cuando hace dos décadas se perfilaba para transformarse en un pueblo fantasma, por iniciativa de su propia gente resolvió no bajar los brazos y los resultados están a la vista”, asegura Hugo Fabiani, presidente de la sociedad de fomento.

Vecino referente del sector, Fabiani recorre a diario sus calles. “Puedo decir que prácticamente todos los días se inicia la construcción de una vivienda. A pesar de los pronósticos agoreros, todos los comercios trabajan”, afirma.

“Lo único lamentable es que los jóvenes que tienen que incorporarse al mundo laboral en muchos casos no encuentran su lugar. Por suerte, algunos lo logran en Bahía Blanca y siguen viviendo aquí, por lo cual, el éxodo que tanto temíamos no se produjo, o se redujo a situaciones excepcionales" opina.

Al igual que "Pato" Visani, José Arcidiácono, a cargo de otro importante comercio local de ropa y calzado, con 70 años de trayectoria es optimista.

"Cerri es distinto a todo. Es cierto que nosotros tenemos una clientela cautiva, por el crédito en la vieja modalidad de cuenta corriente, basado en la confianza y, en cierta forma, en la amistad con la gente. Aquí la garantía es un llamado de la abuela que nos avisa que su nieta va a venir a comprar algo. A pesar de la cercanía con Bahía y de la competencia de los vendedores informales, no hemos notado una disminución de las ventas", asegura.

Consultado sobre la situación en cuanto al rubro alimentos y bebidas, Rubén Celaya, encargado del supermercado cooperativo con casi más de 90 años de presencia en el pueblo, manifiesta que "el movimiento es normal para nosotros. y todavía no se visualiza nada grave, a pesar de que en los dos meses de verano hay menos habitantes porque algunos se van de vacaciones. Sin embargo también notamos la presencia de gente de paso, o del sector quintas que nos elige para hacer sus compras. No vemos recesión ni clima negativo”, explica.

Gabriel Denk, integrante del foro vecinal Cerri de Pie, enfatiza: "Hay mucho para hacer. Nosotros estamos satisfechos porque fuimos la institución que antes de las elecciones elevó un petitorio a los cinco candidatos solicitando que se tuviera en cuenta la opinión de los vecinos. Gay hizo lugar a nuestro pedido. Ahora hay que esperar”, advierte.

"Yo ahora veo muy bien a Cerri. En general los cambios son para mejor, con la ayuda de Dios y el esfuerzo de cada uno de nosotros avizoro un futuro promisorio".

Esa es la posición de Juan Alberto "Chango" Fernández, peluquero de mascotas y cantor.

En el mismo sentido opina la empleada Adriana Ríos, aunque con algunos matices.

"Yo veo siempre hermoso a mi pueblo, aunque hay sectores, como el cauce del arroyo que están descuidados. En Cerri hay gente valiosa y es tarea de las autoridades potenciarla", señala.