Quieren saber qué pasó con la llama
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La muerte de la llama que había sido secuestrado el pasado lunes por la Guardia Urbana, como resultado de un ataque de perros cuando se encontraba transitoriamente en un área del exzoológico local, despertó una gran polémica y desde el Colegio de Abogados local no descartan iniciar acciones para deslindar responsabilidades.
El doctor Mariano Marcelo Anderete, en su calidad de abogado proteccionista de la citada entidad, se presentó ayer en la Municipalidad para conocer detalles del caso, al tiempo que las autoridades confirmaron que el animal dejó de existir por “estrés” y que las heridas causadas (debían extirparle un testículo) “tuvieron su influencia en el deceso”, según reconoció Fernando San Juan, desde el área de Veterinaria y Zoonósis.
“Nuestra idea es que se determine qué ocurrió y se explique con claridad el destino fatal de la llama", dijo Anderete a La Nueva.
Reconoció estar "consternado" por el resultado luctuoso para recalcar que la llama estaba "en buenas condiciones" al momento de su secuestro.
"Queremos averiguar si, además del ataque de los perros, se la ubicó en un lugar adecuado, con sombra y en condiciones lógicas. A partir de tener esas respuestas analizaremos qué camino seguir", aclaró.
La secretaria de Gobierno municipal también aludió a la problemática. Laura Biondini confirmó que iniciará un sumario administrativo, teniendo en cuenta que, en teoría, debía haber personal custodiando el lugar para evitar cualquier circunstancia indeseada.
"Nuestro objetivo es establecer responsabilidades, porque el animal quedó en custodia y fue ubicado en una jaula del Parque Independencia”, dijo.
Al momento del secuestro, el Juzgado de Faltas Nº 1, a cargo de Gabriel Nardi, dispuso que el animal debía tener custodia y vigilancia. Por alguna circunstancia que pretendemos establecer eso no se cumplió o se hizo de manera inadecuada", indicó.
Explicó además que la causa seguirá su curso, atendiendo que el animal se secuestró por ser transportado por una persona sin seguro del vehículo ni documentación que acreditara propiedad de la llama como de un pony, que fue remitido al centro de recuperación equina Nelquihué, hasta que se resuelva su situación.