Los males respiratorios continúan vigentes
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Septiembre asomó y si bien el tiempo comienza a mostrarse menos riguroso, esta situación no se traduce en las guardias de emergencias de los hospitales, que paradójicamente están abarrotados de pacientes con enfermedades respiratorias.
Varios son los factores que confluyen para que se registre este cuadro, opinaron ayer referentes de Salud de la ciudad, quienes enumeraron, en primer término, el atraso en las semanas epidemiológicas más complejas, así como también la baja incidencia de la vacunación entre la población bahiense.
El titular de Región Sanitaria I, doctor Guillermo Quevedo, negó que se tratara de un brote, aunque admitió que se transita una “zona de seguridad y de alarma” en cuanto a enfermedades de tipo influenza.
“Lo esperado para julio apareció más tarde, de acuerdo con los informes de los distintos laboratorios locales. Observamos adenovirus y virus sincicial respiratorio, es decir, otros gérmenes no tan nocivos pero que igualmente afectan”, aclaró.
Tras reconocer que existe una cifra elevada de consultas, tanto en el ámbito público como en el privado, sugirió a la población vacunarse y cumplir con las pautas básicas de prevención de enfermedades tales como la gripe en los adultos y la bronqueolitis en los bebés.
En ese sentido, habló de la importancia del lavado de manos, no acudir a lugares cerrados, adecuada hidratación y alimentación y resposo en caso de ser necesario. También es fundamental, dijo, acudir a la consulta con médicos de cabecera para no colapsar los servicios de emergencia.
El doctor Gustavo Piñero, clínico y emergentólogo del Municipal, reconoció que el período crítico se atrasó y que por eso las guardias se ven actualmente repletas de pacientes.
“En realidad hemos notado que colapsaron los servicios privados y eso repercutió en nuestro sanatorio. Con respecto al Penna, sabemos que tiene sus limitaciones, sus escasos recursos, y hacen lo que pueden”, sostuvo.
El Municipal vio en las últimas semanas sus salas al límite. La respuesta fue la adecuada en función de la nueva modalidad de atención, consistente en seleccionar a los enfermos por nivel de complejidad, en grado 1, 2 y 3.
En estos días, mientras los adultos suelen presentar gripe y neumonía, en los niños suele registrarse fiebre, tos, fatiga, falta de aire o silbidos en el pecho.
Un mínimo resfrío merece atención médica, sobre todo si se trata de bebés y ancianos.
Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) son la primera causa de internación y consulta en el país y afectan principalmente a los niños menores de 5 años.