Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Polémica y quejas por las numerosas horas libres que hay en el colegio secundario

Si bien estos “baches” no están autorizados, docentes y directivos aseguran que la norma “no se cumple” y que los preceptores están sobrecargados.
Foto: Archivo LN.

Por Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com

La polémica originada por la cantidad de horas libres en los colegios secundarios no es nueva, aunque en nuestra ciudad recrudece día a día teniendo en cuenta que lo establecido en el nuevo régimen académico respecto del tema, sencillamente no se cumple.

La situación afecta tanto al nivel público como privado, aunque en este último, según se dijo, las ausencias de los profesores se controlan un poco más.

Así, numerosas horas de clases no son cubiertas como corresponde, tal cual lo expresa la normativa, porque los preceptores, bibliotecarios o personal directivo, quienes en definitiva deberían reemplazar a los docentes, están imposibilitados --por razones de tiempo, falta de preparación, etc.-- para quedar al frente de los alumnos.

“Las horas libres son cosa de todos los días y en la práctica jamás ese espacio es utilizado para profundizar conocimientos, realizar tareas solidarias o elaborar proyectos”, se sinceró la directora de un colegio privado.

Dijo que los colegios cuentan con poco personal, por lo tanto cada “bache” que deja un docente genera una sobrecarga en los preceptores.

En el orden público los casos se repiten con más asiduidad y las quejas de los padres son frecuentes.

La resolución que puso fin a las horas libres en las escuelas bonaerenses, y que obliga a los profesores que falten a programar actividades para los alumnos, comenzó a regir en 2011.

Apunta a que los colegios apelen a ocupar esas horas con tareas escolares, sino con actividades destinadas a fortalecer la convivencia y el abordaje de las principales problemáticas que aquejan a los jóvenes. En ese marco, el preceptor adquiere un rol pedagógico y es el que más se dedica a administrar "el otrora tiempo perdido".

En rigor, la resolución abarca desde las modalidades de promoción hasta el cupo de inasistencias, pasando por los sistemas de ingreso y calificación.

El dirigente gremial de SUTEBA Enrique Gandolfo admitió que la problemática afecta la continuidad pedagógica y que los preceptores pasan a ser “comodines”.

“Con este régimen, el alumno debe permanecer dentro del establecimiento a cualquier precio, cueste lo que cueste. Haya o no profesores, haya o no ratas en el interior del edificio”, ironizó.

La situación ha sido planteada por el gremio en varias oportunidades ante Inspección Distrital. Sin embargo, las soluciones no aparecen y es así como cada directivo debe resolver las horas libres de acuerdo con sus posibilidades.

“Nada de lo que debe cumplirse es practicable. Falta recurso humano, que de por sí está saturado, y tampoco puede un directivo ponerse a dar clases cuando los problemas abruman y el tiempo no alcanza”, se quejó otra directora del ámbito público.

La inspectora regional de Educación Myrian Valenzuela advirtió a “La Nueva.” que no deben existir horas libres en ningún establecimiento secundario.

En todo caso -puntualizó-, debe quedar cubierto con proyectos transversales, de convivencia, uso adecuado de la tecnología, videos o profundización de determinados temas.

“Ya no está contemplado entrar más tarde si es que se trata de las primeras horas sin clase o salir más temprano”, aclaró.

"Los encargados de cubrir el espacio son, además de los preceptores, bibliotecarios, orientadores escolares y directivos", añadió.