Surgió otra demora para la rotonda en avenida Cabrera
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Una nueva tarea comenzó ayer en la segunda etapa de la construcción de la rotonda que el municipio realiza en el cruce de las avenidas Alberto Cabrera y Pilmaiquén, lo cual estiró los plazos para la inauguración total de los trabajos.
"Es una ampliación de desagüe pluvial sobre Pilmaiquén, donde se deberán agregar cañerías a las ya existentes", le dijo ayer a "La Nueva." el secretario de Obras y Servicios Públicos de la comuna, Rubén Valerio.
La rotonda es considerada clave para un lugar de numerosos conflictos viales.
"Esperamos que los dos carriles estén habilitados para mediados de marzo", dijo Valerio. Según los plazos de contrato, deberían inaugurarse a principios del mes que viene.
La calle paralela que bordea la Escuela de Agricultura y Ganadería seguirá activa hasta que finalicen los trabajos de la ampliación pluvial.
A su vez, Valerio señaló que la empresa continúa a la par con el resto de las obras.
El trabajo se había frenado, a principios de este mes, por aproximadamente 15 días debido a un problema de interferencia en una cuerda de gas.
La empresa a cargo de las tareas realizó un cambio en el orden de circulación de quienes se dirigen hacia el Camino de Circunvalación, luego de finalizada la primera etapa.
“La logística y funcionamiento del esquema de desvíos para la ejecución de tareas marcha muy bien”, manifestó Valerio y agregó que lo que “más me importaba era mantener la buena circulación en la zona y se está cumpliendo”.
Con un presupuesto a septiembre último de 2014 de 8.369.000 pesos, la obra tiene desarrollo oval, de 48 metros el eje mayor y 28,50 el menor, y su calle principal será de hormigón armado, asentada sobre una base de tosca-cemento.
La intervención contempla además la pavimentación de los tramos adyacentes de Yrigoyen, Pirovano, Cisneros y Jamaiquino.
El crecimiento inmobiliario de la zona norte de la ciudad generó un fuerte aumento del tránsito en todo ese sector durante los últimos años.
El jardín de Cabildo
En cuanto a otra obra prioritaria para la comuna en 2015, el Concejo Deliberante dio el visto bueno para que el municipio adjudique a la empresa Fagar SA, única oferente de la licitación realizada en septiembre, la terminación del Jardín de Infantes Nº 937, en Cabildo.
La llegada del expediente al cuerpo deliberativo, ese mismo mes, derivó en una observación por parte del edil Manuel Mendoza (FAP), acerca del supuesto vínculo familiar entre los titulares de la firma y un funcionario de la Secretaría de Obras Públicas, lo cual volvía incompatible la adjudicación.
A partir de allí el Concejo elevó un pedido de informes al Ejecutivo, que fue contestado a los pocos días desde la Subsecretaría de Asuntos Legales, a través de su titular, Santiago Romanelli.
El letrado aseguró que “no existían indicios suficientes” para “establecer una incompatibilidad” pese al vínculo parental entre las titulares de la firma oferente, Natalia y Rossana Crescenzi, y el director de la Unidad de Coordinación de la comuna, Alberto Crescenzi.
Ayer Valerio dijo que ya había notificado a la firma la adjudicación. Natalia Crescenzi confirmó a este diario que el contrato se rubricará “en estos días”.