Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Empezaron a cercar algunos sectores del Parque para intensificar la poda

Manuel Pan, quien sufriera un fuerte golpe en la cabeza al caer una rama de un árbol del paseo público, declaró a “La Nueva.” que fue un “accidente”, aunque advirtió que “si golpeaba a un niño, podría haber sido fatal”.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

“¿Y ahora, quién paga el costo político...?”. Esa fue la pregunta que muchos se hicieron ayer, luego de conocerse la noticia de las heridas que sufriera un hombre en el sector de juegos del Parque de Mayo, luego de que una rama cayera de un árbol y golpeara en su cabeza.

Apenas por unos centímetros, unos segundos o un giño del destino, el hecho no terminó en una fatalidad para Manuel Pan, la víctima, o cualquier otra persona, ya que estaba su pequeña hija en las adyacencias.

Ayer, el intendente interino Ramiro Villalba definió la compra de “kilómetros de tejido” para proceder al cercado de todos los sectores del paseo donde se esté trabajando o queden intervenciones por hacer en el arbolado, al tiempo que volvió a culpar el cesanteado secretario de Obras Públicas, Rubén Valerio, por lo sucedido.

Se trata de una malla plástica naranja, que se utiliza para delimitar obras de construcción y viales, que ayer mismo comenzó a ser colocada.

Mientras tanto, Manuel Pan está preocupado. No solo por el incidente, sino por sus consecuencias. “Sigue mareado y con la vista nublada”, expresó su mujer desde el domicilio particular.

Sobre el mediodía, el propio Manuel confirmó a "La Nueva." que por la tarde volvería al hospital. “No me hicieron ningún estudio y la realidad es que me sigue doliendo la cabeza”, relató.

Acerca del caso, dijo que sucedió a pocos metros de los baños públicos vecinos a la pista de bicicross, y que la rama cayó desde unos 10 metros, rozándole la cabeza.

Aseguró que en el lugar no hay ningún cartel que alerte sobre el peligro o riesgo de los árboles y espera en las próximas horas, “cuando me sienta mejor”, hablar con los medios para pedir que se tomen las medidas necesarias y así evitar una nueva tragedia.

“No critico a la Municipalidad, porque esto fue un accidente, le puede pasar a cualquiera, aunque si golpeaba a un niño podría haber sido fatal”, señaló.

De fondo de la charla telefónica se escuchaban los gritos de Valentina, su hija de dos años y medio, que unos minutos antes de que cayera la rama se había alejado de la manta que su papá había colocado en el piso para jugar.

Villalba dio la orden de quitar todos los árboles necesarios, priorizando la seguridad. “Hay personas que insultan a los trabajadores que cortan árboles. Yo les dije que se trata de la decisión personal, que cualquier vecino me llame a mi celular y le explico el porqué de mi decisión. Prefiero asumir el error de sacar un árbol en buenas condiciones antes que sufrir otro hecho fatal”, opinó.