Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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La información y la intimidad, dos derechos que chocan a menudo

En tiempos regidos por la imagen, la privacidad entra en conflicto jurídico con lo que se publica. Un fallo de la Corte busca echar luz. Causas iniciadas en Bahía.
Del placer a la angustia. Pocos miden las consecuencias que pueden derivar de subir a las redes sociales fotos o videos de corte íntimo. La Corte fijó su postura, aunque con disidencias.

Por Juan Pablo Gorbal / jgorbal@lanueva.com

“Me sentía desbordada. Sin el apoyo de mi familia no hubiera podido seguir adelante”.

La sensación de la exmodelo publicitaria María Belén Rodríguez es compartida por miles de personas que sufrieron la violación del derecho a la intimidad a través de Internet. Salvo que a Belén la distingue la difusión de su caso, el peregrinar de casi 8 años por los pasillos tribunalicios y el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que busca sentar un precedente en una materia tan controvertida como vigente.

Hoy casada y con dos hijos, Belén exigía que los motores de búsqueda Google y Yahoo! bloquearan links de páginas pornográficas que habían utilizado su imagen sin autorización, y aunque la demanda no prosperó -porque para la Corte los “buscadores” no son responsables directos de lo que indexan-, sí se habilitó a actuar, sin mediación judicial, cuando se publica información dañina.

Está claro que en la era de la comunicación virtual, una simple foto o un video subidos a las redes sociales pueden significar la puerta de entrada a un calvario.

Sin distinciones, lo pueden padecer adultos y también adolescentes, como en nuestra ciudad, donde existe una causa abierta por la publicación, a través de cuentas de Twitter, de fotos con menores desnudas.

Sin encuadre penal

El doctor Mauricio del Cero, titular de la fiscalía encargada de Delitos Sexuales, aclaró que cuestiones como la demanda de la modelo Rodríguez “no están tipificadas en forma autónoma” como delito desde el punto de vista penal, aunque la vulneración del derecho a la intimidad puede permitir avanzar a través de la vía civil.

De todas maneras, Del Cero tiene a cargo varias causas, todas aún en trámite, que relacionan la informática con la exhibición de imagen con contenido de índole sexual.

Se trata de al menos cinco expedientes por grooming (cuatro locales y uno de Coronel Pringles), delito incorporado a fines del año pasado al Código Penal (artículo 131), que castiga al adulto que, mediante engaños, contacta por redes sociales a un menor con el propósito de un ataque sexual.

También avanzan dos casos de exhibición de pornografía infantil que se iniciaron a partir de sendas denuncias del ministerio de Relaciones Interiores de Rusia y de Interpol Atenas, al detectar que los números de IP (registro de cada computadora) son de nuestra ciudad y la zona.

A su vez, se instruye el mencionado sumario por la publicación en distintas cuentas de Twitter de fotos de adolescentes desnudas o en poses eróticas o sugerentes.

“Este es el caso que puede llegar a tener alguna semejanza con el de la modelo. Nos comunicamos con Twitter en Estados Unidos y días atrás nos informaron que un comité de ética resolvió suspender 15 de las 27 cuentas bajo análisis”, sostuvo el fiscal.

Ahora deben recibir el detalle de las IP para continuar, aunque si los titulares de las cuentas son quienes subieron las imágenes no existiría delito, aún siendo menor la protagonista.