Después del incidente y los destrozos, reabrirá la sala médica del barrio Latino
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Poco más de una semana después de un episodio de violencia que dejó a la sala médica del barrio Latino prácticamente destrozada y sin conexión de gas, el lugar, situado en Lugones 46, reabrirá mañana sus puertas.
Lo confirmó la subsecretaria de Salud, doctora Susana Elliker, quien dijo que desde ayer se está trabajando en acomodar el lugar, mientras que la conexión del servicio en cuestión ya se concretó.
“Se acercó personal municipal para chequear que todo estuviera en condiciones y ahora es el turno de las empleadas de limpieza para que todo vuelva a la normalidad”, manifestó.
Mientras tanto, las siete personas que allí se desempeñan estuvieron prestando servicios en otra unidad asistencial.
El martes pasado una joven madre de 22 años ingresó al lugar de manera muy agresiva, amenazó seriamente a médicos y enfermeras y rompió todo tipo de artefactos que encontraba en el camino, como el calefactor.
La situación provocó la intervención de la jefatura del área programática, que debió ordenar que los pacientes que se hallaban en la sala de espera se retiraran a sus domicilios a la vez que, debido a los destrozos, determinó que la dependencia cerrara sus puertas hasta tanto se pudiera reordenar el lugar y reconectar el gas.
Al mismo tiempo, el secretario de Salud municipal, doctor Claudio Pastori, radicó la denuncia en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 4 por “daños a la propiedad” y “amenazas”.
Al parecer, se trataría de una mujer adicta a los estupefacientes y madre de tres niños, de los cuales dos residen con un familiar por orden del servicio local de Niñez, Adolescencia y Familia.
“Sé dónde viven y quiénes son sus hijos. Los voy a matar”, habría dicho la joven, dirigiéndose a médicos, enfermeras y empleados administrativos. Luego trascendió que el personal quedó psicológicamente muy afectado.