Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Para Ercoli, los cartoneros “están todos contentos”

Se busca llegar a un acuerdo con los que residen en Villa Caracol. Según la comuna, las chances de que se sumen a la planta de reciclado que se piensa poner en marcha son altas.
Cuenta regresiva. A partir de 1 de agosto, no podrán circular más los carros tirados por caballos en la ciudad.

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

Para el titular de Desarrollo Social del municipio, Roberto Ercoli, las perspectivas de llegar a un acuerdo con los cartoneros para que se sumen a la planta de reciclado que se pretende poner en marcha el primer día de octubre “son muy buenas”, reconociendo que solo queda llegar a un acercamiento con los trabajadores de Villa Caracol, muchos de los cuales, mencionó, “tienen otros intereses”.

Ayer fue una jornada que tuvo, de acuerdo a dichos del funcionario, “una muy buena respuesta” de gran parte de los recolectores, quienes desde mañana miércoles y hasta el viernes podrán confirmar su adhesión a ocuparse en la mencionada planta, inscribiéndose en la Delegación Noroeste, de Pacífico 230.

Ercoli aseguró que los cartoneros “están todos contentos” y dijo que desde la comuna se analizó cada caso en particular buscando ofrecer una propuesta adecuada. “Hemos analizado sus necesidades, buscando compensar el ingreso que dejarán de percibir y que obteníancuando venían al centro a juntar cartones”, señaló.

Reconoció que el único punto pendiente de resolución es con la gente de Villa Caracol, donde, mencionó, existen propietarios de caballos y carros que viven de alquilarlos.

“Tenemos que romper la presión de quienes tienen otros intereses creados y pretenden que no se reconvierta el sistema porque ellos viven de alquilar estos elementos”, agregó.

Más dinero.

José Toledo, “Jano” en el barrio, recorrió ayer oficinas municipales y despachos de concejales buscando apoyo para evitar que la propuesta del municipio se haga realidad.

“Es incorrecta, no sirve”, señaló a este diario al ser consultadosobre la idea de poner en marcha una planta de reciclado ofreciendo a sus empleados un ingreso básico de 2 mil pesos, más 1.000 por presentismo y las ganancias que obtengan con la venta del material reciclado.

El hombre, a quien desde el municipio se define como “un empresario del cartoneo” que alquila carros y caballos, asegura que con 2 mil pesos es imposible vivir y saca rápidas cuentas de cuanto necesita una familia para mantenerse a partir del valor del pan, la papá y los fideos. “Tenés 2 mil pesos en eso cada mes. ¿Y para vivir, pagar los servicios y la ropa de los pibes?”, plantea.

Toledo reconoce que le manifestó a Ercoli que, “mínimo-mínimo”, hay que hablar de 4 mil pesos de básico, cifra a la que considera adecuada si se compensa con el retiro de los carros del centro. En caso de no acceder a este pedido, los cartoneros de Villa Caracol pretenden seguir trabajando en las condiciones actuales. “Pedimos hacerlo de manera digna, sin molestar a nadie. Somos muchos los que no queremos un subsidio ni nada parecido. Nuestro orgullo es trabajar, seguir como hasta ahora”, agrega.

La puesta en marcha de la cooperativa será un proceso en etapas, según consigna el plan oficial, con la participación activa de los cartoneros para generar un sentido de pertenencia con el espacio físico y con el proyecto.

En los siguientes meses, colaborarán en la refacción y puesta a punto del predio de la planta, que hasta ahora sería un galpón en la zona del exferrocarril Noroeste, sobre la calle Rondeau.

Hasta que se inicien las actividades de producción en la planta, los recolectores trabajarán en el proyecto Barrio Limpio, un programa para hacer una limpieza y saneamiento ambiental de sectores con basurales .