Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Los cauquenes ya representan una especie en extinción en la Argentina

También llamados avutardas, fueron considerados plaga en 1931 y, desde ese momento, perseguidos y diezmados. Hasta hoy, no existen evidencias científicas que demuestren un impacto negativo sobre los cultivos. Pablo Petracci (*) / Especial para La Nueva.
Los cauquenes ya representan una especie en extinción en la Argentina. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Siguiendo un instinto migratorio ancestral que los impulsa a recorrer anualmente grandes distancias, los cauquenes, también conocidos como avutardas, año tras año arriban a la provincia de Buenos Aires durante el otoño, provenientes de la Patagonia Austral.

Se trata de tres especies que viajan juntas, el Cauquén común, el Cauquén cabeza gris y el Cauquén colorado, esta última declarada Monumento Natural Provincial en la provincia de Buenos Aires.

De hábitos gregarios y herbívoros, se alimentan de la vegetación nativa y en algunos casos, cultivos de cereales de invierno y pasturas, produciéndose un conflicto con el sector rural, haciéndolos responsables de ocasionar pérdidas económicas por la quemadura de plántulas con las heces, pisoteo y pastoreo.

Sin embargo, al presente no existen evidencias científicas que demuestren un impacto negativo sobre los cultivos.

Una investigación (disponible gratis en www.scielo.org.ar/pdf/hornero/v26n2/v26n2a04.pdf), indica que tanto el pisoteo como el pastoreo no producen efectos perjudiciales para el desarrollo de los cereales.

Incluso, parte del sector rural reconoce atribuirles a los cauquenes efectos benéficos, similares al generado por el pastoreo con ganado sobre cultivos de cereales con doble propósito (carne y granos).

Por esto, los cauquenes fueron equivocadamente considerados plaga nacional de la agricultura en 1931 y, desde ese momento, perseguidos y diezmados mediante planes de control que incluyeron la destrucción de miles de huevos en las áreas de cría, la caza plaguicida, el arreo con aviones y el envenenamiento.

Hoy, su estado de conservación es delicado, y las tres especies están declaradas como “Vulnerable”, “Amenazada” y “En Peligro de Extinción” respectivamente (de acuerdo con la Resolución 348/2010, SayDS).

En el caso del Cauquén colorado se ha precisado que su población no sería superior a los 500 individuos en la Argentina.

Los ambientes rurales bonaerenses son un mosaico de zonas productivas y parches de vegetación nativa que funcionan como reservorios de diversidad biológica, en ciertos alojando especies en serio riesgo de amenaza como los cauquenes.

Cada uno de nosotros, de alguna u otra manera, podemos ayudar a protegerlos.

La veda necesaria

La caza de cauquenes está prohibida en todo el territorio argentino (Resolución 511/2011), al igual que arrearlos o correrlos con aviones, una práctica común en el pasado que se ha mantenido en las creencias folklóricas locales, pese a ser una técnica que ha demostrado ser ineficaz.

En la provincia de Buenos Aires, la que alberga la mayor población de cauquenes migratorios, pese a la prohibición vigente (respecto de la Ley 14.038), aún se los caza clandestinamente en diversos partidos como San Cayetano, Tres Arroyos, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, General La Madrid, entre otros.

Esta situación se ha mantenido durante los últimos años, incluso la existencia de sitios en Internet que ofrecen este servicio ilegal y sin control estatal, donde los escasos esfuerzos de fiscalización no han logrado detener esta actividad que hoy se sigue presentando como una de las principales causas de disminución poblacional de estas especies.

Dónde denunciar

Los cazadores de cauquenes o los arreos con aviones se pueden denunciar, en forma anónima, a la Dirección de Fauna Silvestre a través del correo electrónico dfs@ambiente.gob.ar o por el teléfono (011) 4348-8531.

(*) Investigador Especialista del Grupo de Estudios en Conservación y Manejo de la Universidad Nacional del Sur.