Las restricciones de gas ya afectan a las grandes industrias de la ciudad
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Con los primeros fríos aparecieron las primeras restricciones de gas impuestas por el gobierno nacional a las industrias del polo petroquímico local.
Si bien todavía no se habla de cortes, pudo saberse en la víspera que Profertil, una de los mayores consumidoras, vio reducidos sus ingresos de gas en nada menos que un 16 por ciento, cayendo de 2.500.000 m3 diarios a 2.100.000 de m3; es decir, al límite operativo mínimo posible con el objeto de evitar una parada de la planta ubicada en el sector de Cangrejales.
También trascendió que otras empresas del sector sufrieron restricciones similares, las cuales incluso podrían incentivarse a partir de la semana venidera, aunque ya se prevén medidas de contigencia.
La decisión fue comunicada por Enargas a las distribuidoras de gas y sólo afecta por ahora al servicio contratado como interrumpible por las grandes industrias, situación muy diferente a los cortes casi totales que afectan a la industria cuando aparece una ola de frío polar en todo el país.
La medida oficial tiene impacto sobre alrededor del 10% de la demanda total de gas en días de temperaturas como las presentes, con unos 150 millones de metros cúbicos por día, de los cuales entre 40 y 50 millones se destinan a las grandes industrias.
Según el diario digital Infobae, estos cortes de gas se deben al crecimiento de la demanda residencial en un contexto de oferta local en disminución y donde la oferta por importación también tiene un techo en la capacidad de los gasoductos que conectan con Bolivia y en la de los barcos regasificadores ubicados en San Nicolás y Bahía Blanca.
Además, Bolivia sólo puede asegurar la venta de gas cuando logra el abastecimiento interno.
No obstante, en los dos últimos años los aumentos de la importación se debieron principalmente al gas boliviano, que llega a superar en algunos días 18 millones de metros cúbicos.
Pese a las medidas de contingencia que seguramente adoptarán las grandes industrias locales para hacer frente a la menor disponibilidad de gas, también es cierto que existe una desaceleración de la actividad por lo que, según fuentes consultadas, las industrias no están tan preocupadas por los cortes como en otros años.
Otro golpe.
El invierno pasado fue uno de los más bajos en la historia de la industria petroquímica nacional, y en especial la local, en cuanto a capacidad instalada, sobre todo por las grandes dificultades que generan la escasez de materia prima y de energía.
De ahí que todas las miradas, luego de seis años en caída, estén puestas en la explotación de recursos no convencionales, como el shale gas de Vaca Muerta.
De allí, quizás, surjan las razones del acuerdo firmado el año pasado entre Dow e YPF para explorar dicho yacimiento.