Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

El Chaqueño Palavecino tocó en el Festival Nacional del Caballo en Mendoza

También se presentó Daniel "El Negro" Ferreyra.
Foto: Télam

   Jineteadas con tropillas y jinetes de renombre y la actuación del Chaqueño Palavecino, fueron la convocatoria para que la 21° Fiesta Nacional del Caballo, que finalizó anoche en la ciudad mendocina de San Rafael, marcara un hito en la historia de esta celebración por la enorme concurrencia de turistas y vecinos.

   Emociones por doquier y una comunidad comprometida que ansiaba ser parte de una gran fiesta, la visión de un grupo de comerciantes y empresarios aportando sus recursos, y la presencia estelar de dos grandes artistas como Chaqueño Palavecino y Daniel `El Negro´ Ferreyra fueron, a modo de síntesis, los aspectos más destacados que tuvo la única fiesta nacional de San Rafael.

   El programa de jineteada prometía tropillas y jinetes de renombre, lo cual fue motivo suficiente para convocar entre el jueves y el domingo pasados a miles de personas, familias completas, turistas, que colmaron las instalaciones del Club General San Martín de Salto de las Rosas, en San Rafael.

   Cada jornada se caracterizó por un ágil ida y vuelta entre la pista de jineteada y el inmenso escenario montado en el lugar, con tres grandes pantallas de leds donde se fueron sucediendo artistas de otros departamentos de Mendoza e incluso de la provincia de Santa Fe, como es el caso de Los Favoritos del Chamamé.

   Los patios de comida trabajaron a pleno cada día, con precios accesibles, acordados previamente con las autoridades del club, lo cual fue agradecido por los comensales que degustaron costillares, chivos, lechones, empanadas, pasteles, tortas fritas, jamón crudo, panchos o papas fritas, sin demasiados gastos.

   En tanto, la Expo Comercial y Artesanal tuvo interesantes exponentes con primeras marcas de autos junto a empresas de distintos rubros, y los clásicos stands de artículos de cuero, marroquinería e indumentaria gaucha, que llegaron atraídos por la nueva propuesta que ofrecía el festejo.

   En otro sector se lució el vino de la fiesta, un tinto syrah-malbec con una etiqueta recordatoria, se disputaba clientes con un vodka artesanal que ofrecía sabores diversos: ají, almendra, naranja o limón.

   Cuatro días duró esta gran fiesta nacional, la única del departamento, que se convirtió en todo un acontecimiento y un hito en la historia festivalera del interior del país. (Télam)