Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Padre José Conti: de aquel “Hereje” chiquito a este gran sacerdote

Nació en Italia y tiene 85 años. A los 10 definió su vocación y lleva seis décadas de vida sacerdotal. En 1962 llegó a Argentina. En Bahía se desempeñó en la parroquia San Roque.

“Sentirse llamado por Dios y responderle tan poco es terrible”, asegura Conti. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Belén Uriarte / buriarte@lanueva.com

José Conti es cura; es el padre mayor de la parroquia San Roque. Pero de chico le decían “El Hereje” porque la familia no lo bautizó al nacer, sino recién a los tres días y en su casa de Lainate, un pueblito de 25.000 almas ubicado a 20 kilómetros de Milán.

A los 10 años, “El Hereje” tomó la primera comunión con otros chicos.

—Ojalá alguno de ustedes se haga sacerdote -les dijo el párroco.

Y “El Hereje” levantó la mano:

—Yo voy a ser sacerdote.

A partir de entonces, José salía del colegio y se metía en el seminario de los padres barnabitas, incluso sin entender del todo cómo era esa congregación.

—Cuando somos chicos no sabemos exactamente qué es Dios y vamos por instinto, por sentimientos -dice el padre Conti, sentado en una silla de ruedas en la capilla de la enfermería que tiene el colegio Don Bosco, en cuya residencia vive ahora, a los 85 años, con 6 décadas de sacerdocio y un tercio de ese tiempo pasado en Bahía.

José atravesó la Segunda Guerra Mundial escapando de los bombardeos; se ordenó en Italia a los 25 y 7 años más tarde partió del puerto de Génova hacia la Argentina para continuar su misión. Eran los días previos a la Navidad y el barco iba lleno: 2.500 personas, entre monjas, obispos y sacerdotes, regresaban a sus diócesis para celebrar el nacimiento de Jesús.

El 23 de diciembre de 1962 el padre Conti pisó suelo argentino, sin saber español. Pasó la Nochebuena con el capellán del buque.

—Me costó bastante aprender el idioma, pero estando con los chicos se aprende relativamente fácil y bien porque su lenguaje es siempre muy limitado -explica.

—¿Por qué vino a la Argentina?

—En relación con lo que eligen los superiores, uno obedece. Esta es una vocación: obedecer pobremente y mantener la castidad.

Además de Bahía, misionó en Buenos Aires, Trenque Lauquen y San Francisco (Córdoba).

María y Ambosio, los padres de José, tuvieron 6 hijos. La primera fue Pasqualina, le siguió el cura y luego llegaron Carla, Angela, Rosanna y Renato. Pese a la distancia, José mantiene una relación fluida con todos... menos con la mayor.

—Pasqualina murió cuando tenía 20 años. Dicen que tenía un cáncer... Fue un golpe no indiferente.

Con sus hermanos comparte hasta el amor por Dios.

—Tuve la suerte de nacer en una familia muy pero muy cristiana -cuenta-. Jamás he visto a uno de los míos faltar a la misa el domingo.

La última vez que los vio fue a principios de año, cuando viajó a Italia en sus vacaciones. Muchos pensaron que el padre Conti no iba a volver a la Argentina, por su edad avanzada y porque sus hermanos le pidieron que se quedara. Pero acá está, otra vez entre nosotros.

—Le prometí al Señor ser misionero, y misionero en cualquier circunstancia de la existencia.

Pobre, pero “Millonario”

La educación de los jóvenes y el deporte han sido fundamentales en la vida del padre Conti: él puso los primeros ladrillos del Colegio San Cayetano, fue su vicedirector y encontró en el fútbol un medio para que “los chicos salgan de sí mismos y se abran a los demás”. Hincha fanático de River, el padre Conti repasa sus 60 años de misión sacerdotal y reconoce una deuda.

—Sentirse llamado por Dios y responderle tan poco es terrible. Siempre estamos apegados a una cosa o a otra. Y yo aspiro al desprendimiento total, para poder decir que Dios es mi todo.

Con un pie en el cielo

—¡Sos un santo! —le dijo el laico Gino Guglielmin al padre Conti en su cumpleaños 85—. Y realmente lo confirmamos porque vos ya tenés un pie en el cielo.

Hasta el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti, presente en el festejo, se rió de la broma porque el padre Conti de hecho tiene una pierna menos: la perdió el año pasado a causa de una trombosis...

—Yo le dije al cirujano: “Si usted me asegura que después de la operación no tengo más estos terribles dolores, con todo gusto saque la pierna”. Y así fue —dice el cura.

-¿Tuvo miedo?

—He llegado a la convicción de que nunca hay que tener miedo. Yo miro siempre mi falta de pie y la he llegado a considerar una gracia de Dios. Si a mí me pidió privarme de un pedazo de pierna tiene que servir para mi vida espiritual y la acepto como expresión de su voluntad sin quejarme de nada.

Sobre Francisco

“Es un hombre de una espiritualidad profundísima”

Opinión. “Antes, con los curas Bergoglio era un poquito duro y cerrado. Pero después de que lo hicieron Papa se abrió, y ahora parece que le hizo bien porque siempre anda contento... Es un hombre de una espiritualidad profundísima”, dice el padre Conti. Conoce al Sumo Pontífice desde que era cardenal de Buenos Aires.

Padres barnabitas. “La congregación fue fundada por San Antonio María Zaccaría y tiene como apostolado la predicación de la eucaristía y del Cristo crucificado, bajo el amparo siempre de la Virgencita Madre de la Divina Providencia”.

Lo celebran. La comunidad de San Roque le festeja hoy al padre Conti el 60º aniversario de su ordenación sacerdotal con un almuerzo, desde las 12, en el salón parroquial de Vieytes 1497. La tarjeta cuesta 30 pesos.

Visión superior. El arzobispo bahiense Guillermo Garlatti define las principales características del padre Conti:

1) “Un amor profundo a la orden religiosa a la cual pertenece, la de los barnabitas”.

2) “Entrega como sacerdote a lo largo de su vida: una entrega al bien de las almas”.

3) “Gran amor a la gente. Y eso se nota por el deseo vivo que tiene de estar en medio de su comunidad”.