Cinco años de cárcel por abuso
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Una pena de cinco años de prisión recibió un hombre hallado culpable de abusar de las dos hijas de su pareja, a quienes manoseaba cuando la madre se ausentaba de la vivienda que ocupaban en la zona del barrio El Progreso.
El caso fue denunciado en agosto de 2014 por los directivos de la escuela a la que concurrían las menores, quienes, según refiere la sentencia, vivían en un contexto de violencia familiar y una de ellas eligió ese lugar para comentar la situación.
Para el juez del Tribunal en lo Criminal Nº 2, Eugenio Casas, se acreditó que desde fines de 2013 y hasta el momento de la denuncia, las nenas, que por entonces tenían 8 y 10 años, fueron sometidas por el imputado, a quien no se identifica para preservarlas.
La mayor de las niñas declaró mediante el sistema de Cámara Gesell y describió los sometimientos.
Indicó que cuando eran manoseadas “ellas lo sacaban (al imputado), aunque les costaba porque él era más fuerte, y luego se iban al patio hasta que llegaba su madre”.
Mencionó que intentaban estar juntas, “para poder sacarlo cuando hacía eso (en referencia a los abusos)”.
Una directiva del establecimiento educacional describió los hechos narrados por la alumna.
Agregó que se trataba de un hogar con situación de violencia, que las nenas contaban que eran golpeadas y que en ocasiones para evitarlo se escondían en un placard.
Una perito psicóloga de la fiscalía afirmó que de las menores se obtuvo "un relato con hechos de posible abuso sexual, tratándose de información no estructurada, mencionando tocamientos por parte del imputado y la existencia de amenazas de que no revelaran lo sucedido”.
También refirió no haber advertido indicadores de fabulación.
Respecto a la declaración de la progenitora de las víctimas, el juez sostuvo que no aportó nada y que “claramente se nota una actitud de negación de los hechos expuestos por sus hijas, haciendo un relato tratando de beneficiar a su pareja, con quien tiene dos hijos en común”.
La mujer aseguró que las cuidaba mucho, que nos las dejaba solas con el imputado y que lo del abuso era una mentira porque no las dejaba ir a “una fiesta de 15 años”.
El magistrado consideró que su relato fue mendaz y ordenó que se inicien actuaciones en la fiscalía por el posible delito de falso testimonio.
A partir de la evidencia reunida, el juez entendió probada la responsabilidad del hombre y lo condenó por el delito de abuso sexual simple agravado.