Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Odebrecht: apuro en clave electoral

   El Gobierno no disimula su intención de apurar todo lo que sea posible una dilucidación local del escándalo internacional por los millonarios pagos de coimas a funcionarios y legisladores que reconoció la empresa constructora Odebrecht.

   Hay un claro objetivo electoral en esos afanes que reconocen fuentes muy cercanas al presidente Mauricio Macri. Aunque ahora mismo se transmite a la vez un cuidadoso interés en demostrar que el mandatario y a sus ministros lo que quieren es que actúe la Justicia y que "todo se transparente".

   En verdad detrás de esa "transparencia", sobre la que se explayó esta mañana el ministro de Justicia, Germán Garavano, que fue el vocero de la larga reunión del gabinete nacional ampliado, el Gobierno intenta apurar revelaciones que saldrán a la luz en el caso de que los directivos del gigante brasileño de la construcción acepten la invitación oficial para venir a Buenos Aires y por si fuese poco aportar los apellidos de quienes recibieron coimas que la empresa admitió haber pagado.

   Hay un dato que merodea esos análisis y esas estrategias: el cambista brasileño Leonardo Meirelles, a quien Macri puso en la mira pero porque acusó a Gustavo Arribas de recibir 850.00 dólares de pagos ilegales que lo colocó otra vez en el ojo de la tormenta, dice saber quiénes cobraron coimas para facilitar obras a Odebrecht durante los años en que gobernó Cristina Fernández. Y que la suma pagada en concepto de "retornos" fue de 35 millones de dólares.

   Ese es el dato fundamental, más que ningún otro, el que el gobierno quisiera que salga a la luz cuando restan 80 días para las PASO del mes de agosto.

   No fue casual en ese tren de cosas que la reunión de esta mañana haya dedicado buena parte de su extensión de dos horas a detenerse en el caso Odebrecht y a plantear la estrategia del oficialismo.

   Garavano dijo luego a los periodistas que personalmente brindó un informe al presidente y a los ministros sobre la flamante convocatoria que le ha hecho el gobierno a la empresa brasileña. "Queremos que vengan y brinden toda la información que tengan de los hechos de corrupción que se habrían cometido en la Argentina, y poder facilitar toda esa información a la Justicia".

   La encargada de recibir esos testimonios, para el caso que la empresa decidiese acepar la invitación y colaborar, será la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.

   La funcionaria en su momento, como lo hizo el propio Garavano esta mañana, ya han deslizado sospechas de obstrucción por parte de aliados de la ex presidente ante la Justicia para impedir que los nombres de funcionarios de la anterior administración que supuestamente recibieron pagos ilegales sean dados a publicidad.

   Garavano le apuntó directamente hoy a la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, una vieja enemiga del macrismo a la que infructuosamente, al menos hasta ahora, han intentado desplazar de su cargo al frente de la Procuración.

   "Creo que es algo muy positivo, que en definitiva genera información, y se pueda develar estos hechos de corrupción, y transparentar la información. La Justicia, se ve que por diversas razones, y además por algunos obstáculos entendemos que desde la Procuración General, no se ha podido develar esta información", le achacó a quien en la Casa Rosada definen como el "último bastión" de Cristina en la Justicia para frenar los avances de las investigaciones sobre corrupción que la involucran.

   Para abundar en la estrategia, el ministro dijo que el gobierno ha tomado "la iniciativa" para que todo esto se revele y transparente.

   "Tenemos la orden muy precisa del Presidente, de colaborar con la Justicia, para poder develar quienes fueron las personas que cobraron estos millones de dólares en coimas, que la propia empresa reconoció haber pagado en nuestro país", completó. El apuro, se entiende, viene en clave a todas luces electoral.

   Nota al pie: el espíritu de Elisa Carrió flotó alrededor del encuentro de esta mañana, luego de su fuerte denuncia contra el propio Gobierno por la presunta "protección" a Julio de Vido y la "desprotección" que dijo sentir de parte de Macri.

  "No se habló, pero el presidente sostiene a Carrió, que es una pieza central de Cambiemos, del mismo modo que no protege a nadie y deja que la justicia actúe con libertad", salió del paso el titular de Justicia.