Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Cristina, el Papa y su futuro

Por habituales vías diplomáticas, el Vaticano le confirmó a Cristina Fernández que el Papa Francisco aceptó hacerse un lugar durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre próximo, para una nueva reunión a solas. La séptima desde que Bergoglio fue elegido jefe de la Iglesia, y la última antes de que la doctora abandone el poder.

Aunque está por verse: antes de llegar a Estados Unidos, Francisco hará una histórica visita a Cuba, entre el 19 y el 22 de septiembre. Y en la Casa Rosada se ilusionan con que, invitación de Raúl Castro mediante, Cristina viaje a la isla y aproveche la ocasión para un segundo encuentro en pocos días. Aunque sobre esto ni en la sede gubernamental ni en la Cancillería hay confirmación alguna. Es "solo una expresión de deseos", aseguran.

El momento elegido para gestionar y conseguir ese nuevo encuentro de Cristina y el Santo Padre no es menor: se producirá apenas un mes antes de las elecciones de octubre. Y se espera que Cristina una vez más busque capitalizar políticamente su nueva foto con Francisco, quien llegará a Washington el 22 de septiembre para una gira de cinco días en la que también visitará Nueva York y Filadelfia. La audiencia se producirá el 25 de septiembre en la sede de la ONU.

Una vez más, el factor central de estas gestiones y del éxito alcanzado fue el embajador argentino ante la Santa Sede, y amigo personal del Papa, Eduardo Valdez, de quien en la Cancillería se dice que "por los servicios prestados" a estas alturas merece algo más que una medalla al mérito de parte de la presidenta. Valdez ya le había anticipado sobre la marcha de las gestiones durante un aparte en la breve visita a Paraguay para asistir a la misa que ofreció Francisco, en la que esta vez solo tuvieron un brevísimo encuentro y un apretón de manos, suficiente para otra foto con la que engrosar el álbum.

Mientras tanto, en charla informal con este cronista, un importante secretario de Estado desgranó algunos escenarios en los que debería verse a Cristina Fernández después del 10 de diciembre.

De contacto diario con la doctora, y en estricta reserva, el alto funcionario dijo que Cristina "se moverá entre El Calafate y Río Gallegos". En su impresión, no ve a la mandataria "viviendo en la Capital", en referencia al semipiso que posee en Recoleta.

"Después de todos estos años de tanto trabajo la veo estando mucho más tiempo con su familia, con su nieto (Néstor Iván) y el que viene", en alusión al hijo que tendrán Florencia Kirchner y Fernando Vaca Narvaja, que nacerá en octubre. Una cosa es segura, según confirma la fuente: buena parte del mobiliario personal de la presidenta ya ha sido embalado y está listo para ser trasladado a ese departamento. Aunque el grueso de las pertenencias personales o familiares que se acumularon en la quinta presidencial irá a El Calafate.

La fuente no descartó, a modo de idea personal, que tras un par de años sabáticos, su jefa comience a trabajar muy fuerte para intentar volver a la Presidencia en 2019. Aunque dijo que hablar hoy de eso es "ciencia ficción" por todo el tiempo que falta. Dio por sentado de todos modos que allí donde sea que resida, Cristina mantendrá el control político del "espacio" a través de sus espadas locales, entre las que mencionó a Máximo Kirchner, Carlos Zannini y "Wado" De Pedro.

Sobre si tiene planes internacionales a partir de 2016, la fuente respondió: "no en el sentido de ocupar cargos, pero a donde la inviten a dar mensajes o conferencias, ella irá".