Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Más presión por un plus salarial

No sólo el sindicalismo opositor, sino los gremios cercanos al gobierno suben la presión sobre el gobierno.
Cristina será, en el fondo, quien decida si antes de las fiestas se otorgará un bono.

El otorgamiento de un plus salarial a fin de año para los trabajadores privados y estatales, que podría incluir un bono navideño para jubilados y pensionados, no sólo divide aguas en el seno del gabinete, sino que sumó en las últimas jornadas fuerte presión del sector sindical detrás de ese paliativo. Y no de la dirigencia opositora de Moyano o Michelli, sino dirigentes enrolados en la CGT oficial y en la de Hugo Yasky.

"Vamos a pedir hablar con la presidente para plantearle que es necesario un extra salarial para fin de año, pero además porque el gobierno ya ha dicho que las paritarias están cerradas", dijo un estrecho colaborador del metalúrgico Antonio Caló.

La presión de Caló viene precedida, además, por un dato que en el gobierno lo consideran casi un elemento de presión: el dirigente ya reclamó una suma extra para los trabajadores metalúrgicos, del mismo modo que hizo otro sindicalista fuertemente aliado del gobierno como el mecánico Aldo Pignanelli, del SMATA. Del mismo modo, pedirán una suma extra antes de las fiestas los mercantiles y bancarios, aunque no se sumará a ese reclamo el gremio de los judiciales que conduce el moyanista Julio Piumatto.

El otorgamiento de un plus salarial para compensar la inflación, también genera chispazos en el gabinete, al tiempo que las presiones desde distintos sectores asciende directamente hacia Cristina Fernández. El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ha sido receptor en los últimos días del pedido de trabajadores estatales, por caso la oficialista UPCN, para percibir ese plus, pero también escuchó reclamos de auxilio financiero de algunos intendentes y gobernadores, preocupados por probables protestas sociales a fin de año.

Capitanich se encontró hasta ahora con la fuerte negativa del ministro de Economía, Axel Kicillof. El chaqueño ha hecho hincapié en un dato extra que le jugaría en contra al gobierno nacional: hay al menos cuatro provincias, pero pueden ser más con el correr de los días, que ya decidieron ofrecer a sus trabajadores estatales un bono de fin de año. Córdoba hizo punta con una suma de 1.200 pesos y le siguieron con cifras parecidas San Luis y Santa Fe. El gobernador Antonio Bonfatti oficializó ayer el anuncio aunque todavía no estimo la cifra. El gobernador Daniel Scioli todavía no ha dicho una palabra pero fuentes de la gobernación aseguran que la posibilidad de otorgar un extra en diciembre se analiza por estas horas. También estudian otorgar esa ayuda los gobernadores de Mendoza, Misiones y Neuquén, entre otros.

Un problema adicional para el gobierno y para Cristina viene del lado de la presión de sectores del gobierno y de grupos sociales aliados para otorgar un bono navideño a jubilados y pensionados y también a quienes son beneficiarios de planes sociales que administran la ANSES y el ministerio de Desarrollo Social.

El gobierno ya había dado un primer paso que sustentaría la mirada más proclive de Capitanich, al sostener que las empresas privadas que puedan otorgar una mejora a sus trabajadores podrán hacerlo. Aunque al mismo tiempo hay quienes advierten que eso generaría un "efecto cascada" que apuntaría directamente a los trabajadores estatales nacionales y provinciales. Se decía ayer en la Casa Rosada que como en otros tantos entuertos, "la que decide es la doctora..."