Todo el año es posible también
Es indudable que el mundo se transforma no solo año tras año, sino en lapsos cada vez más breves.
Y esto también le cabe al tiempo que le dedicamos al ocio dentro y fuera de nuestro hogar.
Muchas veces, es cierto, después de medidas que se establecen desde el ámbito del gobierno y que nos llevan a esos cambios.
La aparición de los fines de semana largos, específicamente, varió hábitos que parecían destinados a no modificarse jamás.
Como que, si bien la época "de vacaciones", como se estila llamarse, llega con los últimos meses del año y se traslada a los primeros del siguiente, ahora muchas cosas son distintas.
Por empezar, nadie (o muy pocos) se pasan un mes (enero o febrero) en un lugar de veraneo.
Quedó esto en el pasado.
Los tramos son más cortos. Apenas los más osados van por 15 días, cuando no son 10 o tan solo una semana.
Porque mucha gente, también, opta por "guardarse" días para "más adelante", que puede ser cualquier momento del año donde se juntan cuatro o cinco jornadas, entre feriados y "días puente".
Y se aprovechan para viajes más cortos y estacionales.
Todo cambia hoy. La forma de hacer turismo también...