En Mar del Plata, el Tiburón se devoró a Olimpo en una ráfaga de pocos minutos
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Por Fabián O. Rodríguez / farodriguez@lanueva.com
Las espinas que clavó Rosales calaron hondo en el deseo de Olimpo de iniciar con buen pie el campeonato. El 10 inclinó la balanza de lo que era un partido parejo para que, finalmente, Aldosivi le aplicar un 3-0 inapelable.
La derrota significó un duro cachetazo para el comienzo dubitativo del aurinegro, que se desdibujó por completo en los últimos 20 minutos.
El partido comenzó intenso. El local, de muy buen rendimiento en los partidos preparatorios, asumió el protagonismo y se paró en terreno ajeno. Mientras que el conjunto bahiense trató de agruparse bien en su campo para proteger a Champagne y contragolpear vía Acuña.
La movilidad de Llama fue un problema para el visitante porque el ex Arsenal nunca se estacionó en un costado.
Un centro de Gastón Díaz, tras una buena apertura de Penco, no pudo ser despejado por el fondo visitante y Nereo tuvo que meter a mano ante un tiro de Llama.
Luego llegó otra vez con una jugada preparada que no terminó en gol de Lugüercio (su cabezazo se fue apenas arriba) de casualidad.
Tras cartón, Champagne dudó en un despegue, Lugüercio lo trabó y Rosales falló una gran chance.
El aurinegro tuvo su primera llegada más o menos hilvanada. Amoroso combinó con Acuña y Canever estuvo a punto de vulnerar su valla.
Ya cerca del final, Borrego desaprovechó una enorme ocasión de contragolpe. Primero falló en el pase a Amoroso y luego remató muy débil a las manos de Campodónico. El 1 volvió a responder y le puso frenó al grito de gol de Amoroso.
Así se fue un primer tiempo que amenazó interesante y se fue intrascendente.
El amanecer del complemento volvió a encender la chispa de ver un mejor partido. Los dos se soltaron un poco más para tratar de lastimar.
Y Acuña pudo haber quebrado el cero, pero el derechazo recto murió en las manos de Campodónico.
El dueño de casa respondió con una doble chance. Primero falló Penco de manera increíble y luego Champagne respondió a puro reflejos tras una aparición fulgurante de Canever por el segundo palo.
El partido se rompió a los 23 minutos y, gracias a un grosero error ajeno, Aldosivi se encontró con la ventaja. Por primera vez, Rosales pudo encontrar espacios para explotar sus cualidades con una buena corrida, abrió el balón para Lugüercio, quien sacó un centro que Borrego pifió. La pelota fue para Penco y el propio Borrego (ya amonestado) lo tocó. Gastón Díaz no falló desde los doce pasos y Olimpo quedó cuesta arriba.
El local continuó machacando para tratar de bajarle la persiana al partido. Champagne tuvo que exigirse para controlar un tiro de Rivero.
Y cuando Osella se disponía a romper la línea de cuatro con Pizzini por Fernández, Rosales volvió a frotar la lámpara y marcó un verdadero golazo.
El equipo de Quiroz se floreó y Champagne evitó el tercero tras un furibundo disparo de Rivero. Pero luego no pudo con Castro, quien le puso el moño a una tarde colosal de Rosales.