Parnisari volvió con un traumatismo de cráneo
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El choque de cabezas paralizó algunos corazones. Fue tremendo. Osvaldo Barsottini saltó en plena área olimpiense, impactó el balón con su parietal derecho, pero en el envión encontró la frente de Ezequiel Parnisari, quien llegó tarde para marcar al capitán menssana.
"Pucho" terminó en el hospital Gutiérrez, en el centro platense, mientras que Parni siguió jugando y después de la ducha comenzó a sentir fuerte dolor de cabeza, lo que preocupó al médico del plantel, Angel Tuma.
"Cuando llegamos a Bahía (ayer por la mañana) ya estaba un poco mejor. Sufrió un traumatismo sin pérdida de conocimiento. El jugador está ubicado en tiempo y espacio y su recuperación es buena, por eso descartamos una tomografía computada. Además no presenta síntomas como para hacer algún estudio más exhaustivo", señaló Tuma.
"En el momento del choque vi un poco de confusión, pero no estaba mareado, me respondió todo lo que le pregunté y por eso decidí que podía seguir jugando", agregó el "Tordo" aurinegro.
El plantel volverá a entrenar hoy a las 16, esperando a que se confirme el día y la hora del próximo cotejo, ante San Lorenzo en el Carminatti.
Eso sí, no será este fin de semana porque no habrá actividad oficial debido a arrancan las eliminatorias sudamericanas conducentes al Mundial 2018 de Rusia.
No se resigna
El DT de San Lorenzo, Edgardo Bauza, admitió ayer que las chances de consagrarse en el torneo de Primera división son muy escasas, sobre todo después del triunfo xeneize ante Crucero del Norte.
Aunque el "Patón" precisó que, de no conseguir el título, el otro objetivo será clasificar a la Copa Libertadores.
"Sí, ya sé, ganó Boca, y ahora es más difícil. Nos sacó 6 puntos de ventaja cuando quedan 9 en disputa. Muy complicado. Pero no vamos a renunciar nunca a la pelea", sintetizó Bauza, quien ya se puso a pensar en el choque ante Olimpo.
"La clasificación a la Libertadores es el segundo objetivo y vamos a tratar a muerte de lograrlo. Aunque es necesario ganar en Bahía", reconoció, como aferrándose al plan B.
"Nos vamos a matar para tratar de llegar a lo máximo. Si salimos campeones, mejor, y si no, la Copa", redondeó quien no pasa por su mejor momento en San Lorenzo, más allá de que llevó al club de Boedo a la obtención de la única Copa Libertadores de su historia.
“El plantel dio todo, no le queda una gota de sudor. A los jugadores no le puedo pedir más. No nos han fallado ni un día, ni un partido, ni una práctica, más allá de jugar bien o no... Se ganaron el aplauso, lástima que no pudimos ganar", indicó tras el 2-2 frente a Rosario Central.