Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Devuelvan a Cristina, que se la extraña

Hoy, aunque todo el mundo piense lo contrario, lo verdaderamente relevante para nosotros es lo que ocurrirá mañana o, a más tarde, de pasado.

Y esto, por supuesto, nada tiene que ver con anuncios de futuras medidas económicas ni con ninguna otra de las incógnitas que, desde hace casi un mes, se vienen planteando en los medios de comunicación.

¿A quién puede importarle cuál es el plan de gobierno a cara descubierta de los dos candidatos que se enfrentan en la segunda vuelta, cuando desde hace tantos días hemos convivido con una soledad casi de cementerio? Niños perdidos, desorientados. Esa sensación de que nos quedamos al mismo tiempo sin amiga, sin madre, sin directora de escuela, en definitiva, sin esa figura que nos ha guiado a través de la penumbra de nuestra ignorancia, de nuestros miedos y equivocaciones, durante los últimos 8 años.

Porque una cosa fue que Mauricio Macri escondiera a sus economistas, lo cual, francamente, no le quita el sueño a nadie (los economistas, salvo los que no saben de economía, como Kicillof, son todos iguales), y otra, mucho más desalmada, es que el sciolismo la haya escondido a Ella, acallado su voz, cerrado sus cámaras, evaporado su imagen, que estuvo unos siete días sin darnos luz ni cobijo.

Cristina se autocensuró de la campaña o, directamente, fue censurada. Las dos opciones son lo mismo. En sus efectos, nos privaron de Ella y no nos dieron ninguna explicación. Yo, (y perdón por ser auto-refencial), me siento perdido escribiendo esta columna sin una voz suya reciente retumbándome en los oídos. Supongo que a muchos les pasará igual. Porque no es lo mismo que sigan haciendo desastres con Ella en silencio, que hablando y gritando como antes. Los desastres de estos días, nombramientos, etc., no tiene música, es solo resistencia K, sin alma. Pero esto es casi seguro que se terminará en las próximas horas, gane quien gane. Y entonces, este largo silencio habrá llegado de su fin. Argentinos y argentinas, la buena nueva es que el kirchnerismo seguirá haciendo daño hasta el final, pero desde mañana o pasado Ella volverá a gritarnos por nuestro bien un tiempo más.