Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Vendedores de IVA, esa nueva clase social

Por Fernando Monacelli

Diseñaron un nuevo carro para los cartoneros y, si uno lo mira, surge que se trata de una versión de caño y a escala de los viejos carromatos de madera que usaban antes; dos ruedas grandes atrás y sobre ellas una caja enrejada, de la que salen dos tirantes hacia el frente para empujar o tirar.

La diferencia de fondo, lo que nos hace una ciudad moderna y evolucionada, una ciudad que dio el gran paso, es que los nuevos carros no funcionan con tracción a sangre.

Porque en Bahía Blanca, en el centro moderno de Bahía Blanca, en la city bahiense, ahí donde se cocina nuestro bacalao, la tracción a sangre está prohibida, finalmente. Bueno, la tracción a sangre de los caballos, porque ahora la que se acelera, se espesa y bulle de calor es la sangre de los cartoneros que tienen que tirar del carro porque a su único caballo de fuerza lo exiliaron a la periferia.

Y todo esto en la semana del "festival bahiense de las usinas de facturas truchas", justamente una actividad, la de fabricar facturas, que entre sus beneficios tiene el de no generar residuos que ensucien la vía pública porque, como esas empresas no producen ni prestan ningún servicio, no tiran nada. Una gran cosa para alentar, si se quiere alejar más del centro a los cartoneros, a su carros y sus matungos descoloridos.

Porque, en definitiva, ¿qué tiene que hacer un caballo gastado arrastrando un carro ante los cientos de caballos de fuerza que encierra el motor de esa 4X4 tremenda, alemana, brillante, cero kilómetro, que conduce ese señor que... que... que nadie tiene la menor idea de qué hace ni cómo gana tanta plata?

No importa. Igual no es lugar para un cartonero cruzarse en el camino de ese luminoso, desprejuiciado, escandaloso y perfectamente bronceado vendedor de IVA bahiense, esa nueva clase social que crece, que brilla de glamour, que importó a la ciudad lo más granado de la corrupción nacional, con Lázaro Báez como primera figura, y que, a la vez, puso a Bahía Blanca en el centro de todas las miradas. En un rato aparecieron casi 20 empresas usina y varios nombres. Condena social.