Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“La lógica robada”, una triste comedia

Por Fernando Monacelli

Es esta mañana. Señora y señor toman mate, cada uno en lo suyo.

Ella: (como para sí)... una barbaridad que semejante delincuente esté en televisión, que opine, que le pregunten, que lo entrevisten como si fuera una estrella y no un ladrón...

El: (silencio)

Ella: --...y encima, este chorro con moto no se arrepiente de nada. Habla como si fuera víctima; y todo lo que hizo está a la vista... no se pueden creer...

El: (silencio)

Ella: (insiste) --...que no se haga el bueno, si cualquiera sabe que empezó a robar desde antes, y ahora su cara da la vuelta al mundo y nos hace quedar como el traste a los argentinos, imaginate, un tipo como él, con tanto poder, procesado por chorro...

El: ( mirándola mal) --¿Eh, que decís, vieja?

Ella: (de reojo) --¿Estás sordo?

El: (levantando la voz) --Te oí. Es una barbaridad lo del chorro en la tele, pero tener poder, lo que se dice tener poder, ese chorro no tiene. Salvo, el poder de pegarte un tiro.

Ella: (cara de asombro, se le cae la bombilla de la boca) --¿Boudou le pegó un tiro a alguien? ¿A quién? ¿A la ex de Vandercoso, la que lo denunció...?

El: (fastidiado) --¡Qué sé yo a quién le tiró Boudou! Lo que digo es que el motochorro que estuvo con Mauro Viale no tiene poder...

Ella: --¿Boudou estuvo con Mauro? No lo vi.

El: --El motochorrooooo, sordaaa. El chorro que anda en moto estuvo...

Ella: (enojada) --Por eso, ¡Boudou!

El: (golpea la mesa) --¡¡¡No, el otro chorro que anda en moto, el que le quiso afanar al canadiense, el de youtube, el que sigue libre, el que quiere linchar todo el mundo!!!

Ella: (también golpea la mesa) --¡No me grites! Boudou sigue libre y está en youtube y les robó a canadienses, italianos, argentinos, yankis y lo quieren linchar... No es mi culpa lo que hizo Boudou...

El: --¿Y ahora la culpa del motochorro es mía?

Ella: (murmurando) --Ma sí, pensá lo que quieras...

El: (murmurando) --Callate, vieja loca...

Escena de la tragicomedia: La lógica robada o se afanaron hasta el sentido común. Historia de un país incomprensible arrasado por teorías ridículas, ladrones de toda clase y panelistas chillones.