Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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"Nos mintió a todos nosotros", dijo un diácono sobre el catequista acusado de abuso

Jorge Regalado sostuvo que a partir de conocer la situación, la Arquidiócesis le prohibió realizar todo tipo de actividad eclesial.
Foto: Sebastián Cortés-LN.

   Jorge Regalado, diácono permanente de la Parroquia San Roque, dijo que cuando tomaron conocimiento de la acusación por abuso sexual sobre un colaborador de esa sede religiosa, de inmediato tomaron cartas en el asunto y se le prohibió realizar todo tipo de actividad eclesial en el ámbito de la arquidiócesis bahiense.

   “Nosotros tomamos conocimiento de esto y de inmediato lo pasamos a la Curia, que decidió, a partir de ese momento, sacarlo de las funciones que él cumpliera, como ministro de la comunión, catequista y participante del coro. Lo correcto era tener prudencia y el fiscal Del Cero, en su momento, nos dijo que no se diera información de esto, incluso por temor a que el hombre se fuera”, confió.

   “Es que la primera idea, en general, es que la Iglesia está ocultando”, consideró el brasileño Mauro Henrique Cantanhede Ferreira, párroco del mismo templo desde el 13 de diciembre de 2015.

   Regalado afirmó que el imputado “mostraba el perfil de un hombre colaborador, totalmente dispuesto. Es decir que nos mintió a todos nosotros”, y sostuvo que “la admisión no se hace bajo juramento. Viene la persona, colabora y nosotros no vamos a ir buscando antecedentes”, al momento de explicar cómo Andersen se incorporó a la congregación.

   A su vez, el diácono explicó que tomaron conocimiento de la situación a principio del mes pasado, “cuando el chico en la escuela manifiesta una actitud anormal. Entonces hicieron la denuncia en la comisaría de la Mujer y de ahí pasó a la fiscalía”.

   El 6 de octubre, con las firmas del presbítero Jorge Wagner, moderador de la Curia del Arzobispado de Bahía Blanca, y Verónica Orio, canciller del Arzobispado local, el imputado fue informado mediante una nota que “se le prohibe realizar todo tipo de actividad eclesial en el ámbito de la parroquia de la jurisdicción de la Arquidiócesis de Bahía Blanca. Asimismo queda suspendido el decreto por el cual este Arzobispado lo nombra ministro extraordinario de la comunión en la capilla Santos Pedro y Pablo, en la parroquia San Roque, de Bahía Blanca”.

   “Lo que hubo preservar era que no tenga contacto con niños. Pero uno no puede impedir que venga a la misa. Eso es otra cosa”, aclaró el párroco.

   Al explicar cómo llegó la información de los hecho ocurridos -y presuntamente registrados en la vivienda de Andersen- Regaldado explicó que “una señora que pertenece a la comunidad y que trabaja en la escuela a la que concurre el chico me comentó lo que pasó. Entonces ella viene y habla con el padre para comunicarle la situación. Y ahí nos ponemos en comunicación con el Arzobispado”.

   “La señora me manda un mail urgente 'Mauro, cuando pueda entre en contacto conmigo'. Y cuando nos encontramos aquí ella empezó a llorar y me dijo que había una persona muy apegada a la Iglesia y a mí que estaba involucrada en un tema de abuso. Y cuando me dio el nombre, me sentí triste. Era una persona muy dispuesta”.