De la ostentación a la pobreza: Juan Ignacio Suris ahora asegura que no tiene plata
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Hace no muchos años, Juan Ignacio Suris se paseaba por el microcentro bahiense al mando de una costosa camioneta Hummer y ostentaba relojes Rólex. Hoy, en prisión por la causa de las facturas truchas, asegura que es pobre.
Lo planteó al realizar su abogado defensor, José Ignacio Pazos Crocitto, un pedido para litigar sin gastos en la causa que lo imputa como jefe y organizador de una asociación ilícita fiscal, conocida como la de las facturas truchas.
Por los derechos constitucionales de igualdad y defensa en juicio, la ley (artículo 78 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) permite "litigar sin gastos" a quienes "carecieren de recursos".
Pazos Crocitto lo solicitó al Tribunal Oral en lo Criminal Federal bahiense, a fin de que Suris no afronte el depósito previo que manda la ley para presentar un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia, en el marco de esa causa, por la cual reclama la excarcelación.
Según el artículo 286 del citado Código, debería depositar 15 mil pesos que, en caso de ser adversa la resolución, los perdería y serían destinados a las bibliotecas de los tribunales.
Los jueces Raúl Fernández Orozco, Juan Leopoldo Velázquez y Beatriz Elena Torterola se lo rechazaron hoy, al considerar que no hay elementos suficientes para acreditar la presunta carencia de recursos.
Paradójicamente, cuando la justicia federal de primera instancia lo procesó por esta causa, decidió mantenerlo en prisión preventiva por el riesgo de fuga, a partir de "la indiscutible capacidad económica" que tenía, según aquella resolución de marzo de 2014.
"Ni mil pesos para su esposa"
El defensor pretendió sustentar la supuesta precariedad de la situación económica de Suris en tres testimonios.
Agostina Belén Cazenave (pareja de Martín Suris, su hermano) dijo que Juan "recibe ayuda de su familia y amigos" y que no tiene conocimiento de "la existencia de bienes inmuebles o vehículos" a su nombre.
También declararon Verónica Ciribina y Sergio Hernando Andrada.
La mujer dijo que con su marido colaboran con la exmujer y los hijos de Suris, "que están lejos" (viven en Esperanza, Santa Fe). Dijo que la exmujer del detenido "tuvo que salir a trabajar y pasan necesidades".
"Suris no puede ni siquiera mandarle mil pesos a su esposa", aseguró Ciribina, para agregar "...que yo sepa nada tiene", en referencia a bienes personales.
Andrada, en tanto, dijo que desconocía si Suris podría afrontar gastos extraordinarios.
"Sé más el estado económico de la exmujer que el de él…”, agregó.
La AFIP-DGI, querellante en la causa, se opuso al pedido e hizo hincapié en el manejo de los fondos de Suris así como en el nivel económico que ostentaba al ser allanado su domicilio.
En la causa constan "la posesión de varios vehículos automotores, su condición de integrante o director de diversas sociedades, acreditaciones en cuentas de sociedades por él constituidas por valores elevados y movimiento de cheques también por importes significativos y, finalmente, posesión de artefactos electrónicos de última generación y de relojes de marcas", destacó la AFIP.
Por ese motivo, el tribunal entendió que "no hay convicción suficiente" para aceptar el planteo y rechazó otorgarle el beneficio.
Suris, a su vez, tendrá que volver a ser juzgado en una causa por narcotráfico.
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