Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Banco de Pelucas: lo que tienen en la cabeza es ganas de ayudar

Con pelo donado, un grupo de mujeres "mima el alma" de gente que sufre problemas de salud.
El Banco de Pelucas Bahiense cumple un año
El Banco de Pelucas Bahiense cumple un año

Por Sofía Iaschuk

   Me miro en el espejo y sí: quizás ya es hora de ir a cortarme un poco el pelo.

   Una vez cada 3 meses me miro en el espejo y pienso que es hora de ir a cortarme un poco el pelo. En la peluquería después se cae al piso, lo barren y termina en la basura. Fin del ciclo.

   Nunca pasó por mi cabeza que ese pelo que ya no quiero y en teoría me sobra, pudiera donarlo. Que alguien pudiera necesitarlo.

   Pero en Bahía un grupo de mujeres se reúne todos los lunes en una casa céntrica para tejer pelo donado y así armar una peluca que luego dan a personas que por problemas de salud, por tratamiento de quimioterapia, ya no tienen y "no quieren verse distintos: quieren verse como eran", según cuenta Stella Dinoto.

   Stella es la coordinadora del Banco de Pelucas Bahiense, que justo hoy festeja un año de trabajo con una cena para recaudar fondos. Se hace a las 21:30 en la Sociedad de Fomento del Barrio Maldonado (Ricchieri 2.535). Las tarjetas, a 150 pesos, se pueden reservar en el teléfono (0291) 155745675.

No sólo de acá

   Stella y el exdirector municipal de Salud, Diego Palomo, tuvieron la idea de crear el grupo al ver la cantidad de personas -sobre todo jóvenes- que se acercaban a la Comuna por el mismo asunto.

   "Yo siempre digo que lo que brindamos, una peluca, parece frívolo. Pero para la gente es un mimo al alma", dice la mujer.

   El Banco de Pelucas ya ha mimado el alma de muchas personas. Y no sólo de Bahía: también de Salta y Comodoro Rivadavia, entre otros lugares.

   Y han donado pelo desde una ONG de Mar del Plata que ayuda a nenes en tratamiento oncológico hasta una chica de Chivilcoy que lo mandó en una cajita por encomienda.

   El trabajo es a pulmón. Los productos para acondicionar las pelucas son caros. El lugar físico es chico y un poco incómodo. Y falta materia prima.

   "Si la gente donara el 5 % del pelo que tiene, trabajaríamos más tranquilas", dice Stella. "Hay mucha demanda. Vienen por lunes unas 10 personas y podés entregar solo 5 pelucas... A veces pedís que te den 15 días, y 15 días es mucho."

   Para Stella, "el mayor desafío es hacer pelucas para niñas". Y recuerda, emocionada, la historia de 2 hermanitas de 4 y 5 años que por un problema genético nunca iban a tener pelo.

   "Fue hermosa la experiencia: venían y jugaban con las pelucas que les hicimos. Las sentían propias", dice.

   Se puede donar cabello en Lamadrid 247.