Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Héctor Gay quedó en muy buena posición de cara a 2019

El apoyo obtenido por Cambiemos en las urnas y la dispersión de los principales opositores le abrieron el camino a una posible reelección.
A pura sonrisa. Así se vivió el resultado eleccionario en el espacio de Cambiemos. El intendente, ganador sin competir.

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

Si bien en la Argentina todo es posible y no resulta fácil hacer pronósticos, los comicios de ayer terminaron posicionando al intendente Héctor Gay como un postulante casi imbatible en caso de pretender ir por la reelección en 2019.

Y no sólo por los altos números logrados por su candidato, Nicolás Vitalini, sino porque el recuento de votos muestra que dentro del multicolor abanico del peronismo ni Carlos Quiroga ni Marcelo Feliú se sacaron una ventaja suficiente como para pretender el dominio absoluto de ese espacio.

Quizás más meritorio sea lo del aspirante de Cumplir, que contra viento y marea logró superar ampliamente lo hecho por su cabeza de lista (Florencio Randazzo) y propició un importante corte de boleta en su favor, algo que le garantiza un piso de votos propios suficiente como para seguir en carrera.

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Pero claro, todo esto a considerable distancia de la excelente performance de Cambiemos, que a dos años de haber asumido el gobierno no sólo parece consolidado al frente del Ejecutivo bahiense, sino que lo pone en inmejorable posición de cara a las elecciones de 2019.

Si bien hay quienes aseguran que Gay sólo quiere terminar bien su mandato y luego irse a la casa, no son pocos los que confían en que el intendente vaya por un nuevo período, sobre todo cuando ya logró hacer pie en los siempre complicados primeros 18 meses de gestión y podría comenzar a cosechar los frutos de varios proyectos iniciados o a punto de comenzar.

Hasta ahora todo parece transcurrir viento en popa para el pigüense, que en enero próximo cumplirá 60 años: reunió la experiencia que no tenía al asumir en diciembre de 2015 y muy probablemente -si la economía nacional acompaña- volverá a ir en una boleta potente con Mauricio Macri como candidato a presidente y una cada vez más competitiva María Eugenia Vidal en la Provincia.

Los desafíos por delante no son pocos: disminuir la inseguridad, generar empleo, mejorar las cuentas municipales, cambiar algunos nombres en el gabinete, hacer una ciudad donde las diferencias sociales se acorten y concretar muchos de los proyectos que ya fueron anunciados.

Quizás esto último sea lo que termine impulsando la balanza a la hora de querer ir por la reelección, sobre todo porque pese al ajuste que se avecina en el país, Héctor Gay sabe que en los próximos meses comenzarán a evidenciarse varias obras de magnitud.

Las autopistas de la ruta 33 y Camino Sesquicentenario – El Cholo – Ruta 3 Sur, junto con la obra del Camino de Circunvalación entre Bosque Alto y el barrio Patagonia, la planta depuradora de líquidos cloacales Primera Cuenca y el acueducto del río Colorado, son algunas de los que aparecen en primer plano.

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A estas deberán sumarse la puesta en funcionamiento de los parques eólicos, el posible anuncio de la megainversión de Dow, el tren Bahía – Vaca Muerta, la remodelación del eje Alsina –O’Higgins y Donado –Belgrano, más nuevas obras de pavimentación, repavimentación y paseos verdes.

Pero independientemente de su opinión, y por más que la ola amarilla amenace con repetirse de acá a dos años frente a una oposición desarticulada, hoy por hoy no asoma en las filas de Cambiemos a nivel local un candidato de peso capaz de reemplazarlo a la hora de encabezar una nueva campaña.

Es cierto, muchas cosas pueden pasar en el país, la provincia y la ciudad en los próximos 24 meses, pero a diferencia de estas elecciones legislativas, en 2019 los comicios por cargos ejecutivos ya no permitirán depositar todas las esperanzas en algún aspirante colgado del aluvión de votos que genera la polarización Macri – Cristina, sino en alguien con peso propio.