Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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White: usurpadores dificultan la demolición de las casas rajadas

Mientras la Municipalidad planea comenzar las tareas dentro de 40 días hábiles, no todas las viviendas están deshabitadas. Los legítimos propietarios de estos inmuebles fueron reubicados hace más de dos años.
Los problemas en la estructura son notorios. “Las casas están inhabitables”, aseguró la nueva delegada municipal en la localidad, Marisa Pignatelli. / Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Federico Moreno / fmoreno@lanueva.com

Esta semana la Municipalidad anunció que dentro de 40 días hábiles comenzará la demolición de nueve viviendas de Ingeniero White deterioradas por rajaduras de larga data. No obstante, existe un problema: las usurpaciones.

Según el municipio, solo una de las casas se encuentra usurpada actualmente, aunque los vecinos del sector aseguran que son al menos tres.

El plan estatal se denomina “escritura contra escritura” y consiste en darles viviendas a los legítimos propietarios de los inmuebles dañados a cambio de tomar posesión de los mismos para proceder a la demolición de las construcciones, ya que son peligrosas, así como a una posterior puesta en valor del terreno.

Las nueve familias, todas del casco histórico de la localidad, fueron reubicadas hace ya más de dos años en viviendas de Sixto Laspiur y 17 de Mayo, según recordó la nueva delegada de White, Marisa Pignatelli.

“Las rajaduras datan de hace casi 30 años, la misma gente las denunciaba. Las casas son inhabitables, representaban un riesgo muy grande y las familias se fueron hace más de dos años. Pero este último tiempo las fueron usurpando temporalmente otras familias, quedando al momento ocupada una sola, en Brown al 3300”, afirmó Pignatelli.

“El plan de demolición, que será llevado a cabo por la empresa local Lumadi SA, es parte de la idea del intendente de poner en valor el casco histórico de White, deteriorado en parte porque se tardó mucho en tomar esta decisión. Por ahora la Municipalidad solo tiene la custodia de los inmuebles, faltan algunos trámites administrativos que se realizan después de las demoliciones para poder disponer de los mismos”, agregó.

Si bien la funcionaria reconoció el interés de algunas familias sin vivienda y de entidades intermedias sin sede propia en quedarse con la propiedad de los terrenos, explicó que la Municipalidad todavía no evaluó qué destino dará a los mismos, por lo que es falso que se haya comprometido con beneficiar a alguien.

Las viviendas en cuestión están ubicadas en Magallanes al 3800 y 3900; Belgrano al 3100 y 3500; Vélez Sarsfield al 3900; Brown al 3300 (dos); Knout al 3800 y Brihuega al 3200.

Según Pignatelli, además de las mencionadas propiedades, hay otras 40 casas en la localidad portuaria que presentan rajaduras y a las que se les hace un seguimiento estructural, pero si bien no pagan la tasa de Alumbrado, Barrido y Conservación de la Vía Pública, no van a entrar en un plan “escritura contra escritura” dado que no representan tanta gravedad.

“Parte del apuro que teníamos por terminar con todo este proceso administrativo radicaba en la inquietud de los vecinos ante las posibles usurpaciones o las constantes idas y vueltas de gente que entra y sale. De las nueve actualmente hay una sola usurpada y la Municipalidad está tomando cartas en el asunto como con cualquier otra usurpación que ocurra en la ciudad", dijo la delagada.

"La vecina que habita en dicha vivienda hace poco más de un mes pidió una cita y el equipo de asistencia social más el equipo encargado de la demolición han hablado con ella y su familia y se les está buscando una solución alternativa. Es un tema sensible y lo tomamos con mucha seriedad”, manifestó.

Distintos vecinos de Brown al 3300 y Vélez Sarsfield al 3900 también brindaron sus opiniones. Mientras que algunos dijeron no saber de dónde provienen los usurpadores, otros sostienen que es gente de White y que “si la vienen a echar con las topadoras se va a armar un estallido social”.

Por otra parte, dijeron que “no es gente problemática” y que “entraron a casas deshabitadas sin robarle nada a nadie”.

Algunos coincidieron en lo fugaz de las usurpaciones, que se extienden no solo en las casas a ser demolidas, sino en “muchas casas abandonadas de White” --algunas prácticamente sin techo-- pudiendo durar hasta menos de un mes.

Vecino enojado
“Aunque se me venga el techo abajo”

Benito Mazella vive en Brown al 3300 y, a simple vista, su casa está hundida, torcida y resquebrajada. Pero no es parte de las nueve que según la Municipalidad deben ser inevitablemente demolidas.

Según cuenta Mazella, la heredó de su padre y fue la primera en rajarse en toda la localidad, en 1980, “por culpa de la usina”.

“Ya en 1982 tuve que arreglar la losa. Este invierno, sin ir más lejos, tuve que cambiar un pedazo de la membrana. Se me llenó de agua una pieza, adentro los pisos están abiertos, la vereda está levantada y no abre ninguna ventana”, dijo.

“Hice tantos reclamos... ni la menor importancia me dieron. Son todos crápulas, todos iguales. Mis quejas empezaron en la época posterior a la intendencia de Juan Carlos Cabirón. Es más, Jaime Linares hasta vino a ver la casa, pero acá sigue, hecha pedazos y yo pagando todos los impuestos, sin ninguna exención como dicen”, agregó.

“¿Qué más puedo hacer, ir a gritar a la televisión? Yo no quiero que me den otra casa, yo de acá no me quiero ir más, aunque se me venga el techo abajo”, aseguró el vecino.