Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Alivio tras la tragedia de calle Chile al 800

La familia de la nena de dos años muerta en el derrumbe del pasado jueves 8 recibió una nueva casa.
Nueva etapa, Sixto Fernández , en la casa alquilada por la comuna, en Pablo Acosta al 2200.

“Después de haber perdido todo, poder tener un techo es bueno”, dijo ayer Sixto Fernández, el padre de Neyla, la nena de 2 años que falleció hace 18 días tras el derrumbe de cuatro departamentos en calle Chile al 800, durante un temporal.

Fernández dijo que la Municipalidad les alquiló un casa en Pablo Acosta al 2200, en el barrio Maldonado.

“Estamos contentos porque nos mudamos el sábado con mi mujer y mis hijos a la casita”, señaló.

Desde la tragedia la familia se encontraba viviendo en la Casa del Caminante y en principio la idea era radicarse en General Cerri, donde viven otros familiares.

“Era difícil conseguir algo allá si no tenés una garantía”, afirmó Sixto.

En tanto, el secretario comunal de Desarrollo Social, Roberto Ércoli, dijo que la solución es provisoria, hasta que se puedan hacer su propia vivienda.

"Los estamos ayudando en primera instancia. Ellos son beneficiarios de un terreno cedido por Tierras y acordamos que les vamos a hacer la platea y la cubierta para después sigan con la construcción de su casa", comentó Ércoli.

Fernández se mostró agradecido con la gestión municipal: “Hasta el momento conmigo se están portando muy bien. No me puedo quejar”, finalizó.

“Nunca llegaron”.

“Usaron mi nombre y el de mi familia para esto y algunas donaciones nunca las vi”, dijo Fernández. "Me da bronca porque sé que la gente donó. Por un lado quiero agradecerle a todos los que trataron de ayudarme, pero sólo recibí tres camas, dos colchones y un poco de ropa”, explicó.

El hombre, oriundo de Salta, dijo que había cuatro lugares donde se juntaba la ayuda y sólo recibió elementos provenientes de uno.

“Lo que me molestó también es que la gente que se hace cargo de las donaciones las tiene que cuidar. La ropa y los colchones estaban todos mojados y nos trajimos lo que servía”, enfatizó.

Por otra parte, Fernández dijo que aún necesitan muebles y que desde la Comuna les acercaron colchones.

Malos recuerdos.

El recuerdo de lo que vivieron en Chile al 800 hace 18 días perdurará para siempre en las mentes de la familia Fernández.

“Cada vez que llueve y hay viento, los chicos se ponen mal y les da miedo”, afirmó Sixto.

“El dolor por la pérdida de nuestra hija es muy difícil de superar y cuando hay tormentas aparecen los bajones”.