Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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El Estado se queda con casi el 82% de la renta agrícola

Así lo indica un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina. La principal razón del fenómeno es la caída de los precios de las materias primas. Respecto a junio, el incremento es del 73,9%. Norman Fernández / nfernandez@lanueva.com
La soja es una de las afectadas, de acuerdo con el informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, junto al maíz, el trigo y el girasol.

El Estado es el socio que suele quedarse con la mejor parte. Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina acaba de revelar que, en septiembre pasado, la participación estatal en la renta agrícola se elevó al 81,7%.

Ello significa un incremento del 73,9% con respecto a junio,cuando se efectuara la última medición de la entidad. La principal razón es la caída de los precios de las materias primas del sector.

El índice es la sumatoria de los principales impuestos provinciales y nacionales, los derechos de exportación y la reducción de los precios que generan las intervenciones que afectan a la producción y la comercialización agrícola.

La medición de junio indicaba que el Estado se quedaba con casi 74 pesos de cada 100 de renta que generaba una hectárea promedio en el país.

Esto es el resultado de analizar las distancias al puerto, rindes y costos medios a nivel nacional y la ponderación de los principales cultivos: trigo, maíz, soja y girasol.

En septiembre, el índice se elevó al 81,7%. Esta proporción es la más alta desde diciembre de 2008 y marzo de 2009, cuando confluyeron una importante sequía en el país y una reducción de los precios internacionales de los commodities por efecto de la "crisis hipotecaria".

Dice el informe de FADA que si se analiza la participación del Estado para los casos del trigo y el maíz, se entienden los reclamos constantes de gran parte de los actores de la comunidad agroalimentaria. Para el caso del trigo, el índice se eleva al 99%, pero en el maíz llega al 118%.

Respecto de este último cultivo, el desfase se explica porque el productor promedio que cultive maíz en la próxima campaña deberá sacar dinero de su bolsillo para pagar los impuestos. Tanto en el maíz como en el trigo se observa una caída crónica de la rentabilidad en los últimos ochos años.

FADA impulsa un proyecto de ley que contempla toda la cadena del maíz e incluye medidas como la eliminación de las retenciones y los ROE a todos sus derivados, así como a la totalidad de los productos cárnicos y lácteos.

"Ante un nuevo contexto internacional, el país se debe un debate sobre la conveniencia de mantener medidas distorsivas, como los derechos de exportación y los obstáculos a la comercialización", sostiene la entidad.

Asimismo, advierte que "más allá de los resultados de los cálculos en trigo y en maíz, lo que entra en juego es la producción agrícola en sí misma, la sustentabilidad del sistema, la reposición de nutrientes y la cantidad de tecnología que se utiliza, ya que un resultado de 0,3% para una hectárea promedio sembrada proporcionalmente con los cuatro principales cultivos es un número que no permite seguir produciendo como en la actualidad".

"Esto se traduce, en el corto plazo, en menores rindes, menor producción, menor ingreso de divisas, menos empleo y menos desarrollo en todo el país", concluye.

Con sede en Río Cuarto, FADA "nace en el seno de la comunidad agroalimentaria para elaborar y contribuir a implementar propuestas de políticas públicas que propicien el desarrollo del potencial del sector agropecuario y agroindustrial".