Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Un inhumano seguirá preso

En las últimas horas, la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó por “inadmisible” el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley presentado por los abogados defensores de Luis Valenzuela, el hombre que, en 2002, en nuestra ciudad, violó y mató a golpes a su hijo de cuatro años de edad.

Juzgado por ese aberrante accionar en 2004, Valenzuela recibió la más alta pena prevista en el Código Penal, cual es la reclusión perpetua más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, más allá que al cumplir una determinada cantidad de años puede recuperar la libertad.

En 2011, el Tribunal de Casación Provincial aceptó “atenuar” algunos de los agravantes considerados por los jueces bahienses, como el de la falta de arrepentimiento y la mendacidad con la cual el acusado justificó su acción.

De hecho, el propio Valenzuela llegó en 2002 al hospital Penna con su hijo en brazos, pidiendo atención médica de manera desesperada, asegurando que el niño “se había caído de la cucheta”.

A partir de esa atenuación, la defensa planteó un recurso extraordinario buscando disminuir la pena y conseguir permisos para que el hombre tenga salidas, pedido que fue rechazado por el Tribunal por considerar “inhumano” el ataque perpetrado y sus características “particularmente cruentas”.

Lo cierto es que el detenido deberá permanecer al menos 10 años más detenido, con lo cual podría recuperar su libertad y caminar por las mismas calles que todos en 2025, cuando tenga 43 años de edad y tiempo suficiente para volver a tener conductas que de solo pensarlas conmueven a cualquier mortal.

Resulta adecuado recordar que al momento de dictar condena, uno de los jueces, Enrique Montironi, indicó que en sus casi 30 años de carrera “nunca” había juzgado un hecho “tan espeluznante”, al tiempo de catalogar el comportamiento del imputado como de una “bestialidad, ferocidad e irracionalidad manifiesta”.

“A los opinólogos que critiquen la inconveniencia de penas extensas que no permitan la readaptación, los invito a leer la autopsia del menor y las placas tomadas al cadáver. Luego sí, escucho pareceres y propuestas”, mencionó el juez.

A diferencia de otros casos no menos macabros cuyos autores ya gozan de la libertad, esta vez la Justicia parece haber actuado con un criterio justo.