Formarse para un tema clave

Redacción de La Nueva.

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Por demás interesante resulta la inquietud que fue publicada días atrás por este diario, dando cuenta de que, en el partido de Coronel Rosales, comenzarán las gestiones para inscribir a personas interesadas en cursar a distancia la carrera de Licenciatura de Prevención Vial y Transporte, en la Universidad de Morón.

No es, a esta altura, un tema menor, asumir que las cuestiones relacionadas con el tránsito urbano, los accidentes, la organización vial y otros elementos propios de la ciudad, en la relación con el automóvil, no puede estar en manos de improvisados. No se trata en una cuestión de buena voluntad o de lecturas rápidas de documentos que se encuentran en cualquier lugar, sino de tener una formación adecuada para dar respuestas acordes a demandas cada día mayores.

Durante mucho tiempo se ha designado responsables del área vial a personas con formaciones completamente ajenas, al punto que, en nuestra ciudad, esas cuestiones han sido atendidas por contadores, médicos, abogados o economistas.

Es justo indicar, además, que carreras que pueden considerarse más afines a esta temática, como la ingeniería, tampoco tienen en su programa materias específicas sobre la misma.

La licenciatura de Prevención Vial y Transporte –carrera de cuatro años de duración- busca preparar profesionales con los conocimientos necesarios para relevar datos para la elaboración de estudios de campo, programas de movilidad y estadísticas, asistir en la ejecución de campañas de concientización y prevención de accidentes viales, realizar peritajes con metodologías estandarizadas, fiscalización de conductas y vehículos e integrar equipos de formación de conductores y su perfeccionamiento.

Otra universidad que dicta una carrera similar es la de Mendoza, que la justifica mencionando que no solo ha aumentado el índice de accidentes de tránsito, sino que ha “evolucionado desproporcionadamente el parque automotor”, lo que se traduce en un tránsito más denso, con unidades cada vez más veloces, conducidas por automovilistas audaces y arrogantes, en calles no adaptadas a la complejidad del problema”.

La multiplicidad de causas y efectos que involucran al tránsito, los accidentes, la necesidad de tener un orden y una conducta, de implementar políticas adecuadas y las dinámica que este campo presenta, exigen que cada día haya menos lugar para improvisados o ajenos, y que se busque la participación de personas idóneas y capacitadas que tengan algo para aportar.