Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Una institución que gratifica

En un mundo en constante cambio, en tiempos donde la comunicación y la immediatez parecen adueñarse de todas las formas y costumbres, existen asociaciones y entidades que han logrado cruzar varios siglos manteniendo sus convicciones e ideales, adecuándose a las nuevas formas pero manteniendo la relevancia de sus valores y enseñanzas.

Es el caso de la Agrupación Scout Don Ernesto Pilling, formadora de boy scouts desde hace cien años, cuando en 1914 comenzó a funcionar con el nombre de Boy Scouts Argentinos Compañía Ingeniero White, de la mano del joven Ernesto Pilling, quien a sus 27 años de edad adhirió a este movimiento, creado apenas unos años antes en Estados Unidos.

Ataviados sus integrantes con pañuelos verdes –símbolo de la esperanza, la vida en la naturaleza y la fuerza para seguir adelante-, fueron decenas de generaciones whitenses las que han sido parte de esa agrupación; las cuales, con trabajo y esfuerzo, han engrandecido, construyéndola desde los cimientos, una Institución tradicional de la vecina localidad, la Segunda Compañía del país y la más antigua que funciona actualmente.

El honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca, que adhirió a la celebración del centenario, reconoció que el grupo es “un ejemplo de unidad y trabajo comunitario, y se constituye en modelo a seguir por muchas otras tantas instituciones intermedias de la ciudad y la región, que tienen el propósito de contribuir al desarrollo integral de cada persona en particular y al de la comunidad en general”.

Los scouts proponen una situación de educación no formal, que potencia las capacidades de las personas, que no se agota en un tiempo y se brinda en forma permanente, buscando sumarse a la que realiza la familia y la escuela, complementando la acción con matices propios.

Las principales líneas en las cuales se educa a sus integrantes están definidas por un decálogo que impulsa a amar a Dios, ser leal y digno de toda confianza, generoso, cortés y solidario, valorar la familia, defender la vida y la naturaleza, actuar con responsabilidad, ser respetuoso del bien ajeno y llevar una vida sana.

No es una propuesta menor la que lleva adelante esta agrupación, que hoy dirige Carlos Entizne y que está compuesta por 250 integrantes de entre 7 y 23 años, que ha mantenido en el tiempo sus ideales y que han sabido preocuparse por que esta ciudad, este país, este mundo, sea un tanto mejor a partir de valores tan significativos.