Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

El manejo del cambio profundo

Este es el camino de la buena política, de la mirada estratégica y la honestidad intelectual. Así trabajamos para proyectar y construir futuro”, señalan dentro de la Gobernación intentando imponer un “estilo propio” contra los vicios de la política tradicional (la vieja política) concepto predilecto con el que aluden a la candidata a senadora nacional por el espacio Unidad Ciudadana, Cristina de Kirchner y al núcleo duro del peronismo bonaerense en general.

“Necesitamos que cada uno de nuestros distritos y la Provincia crezca, para acompañar un proceso que se está dando en Argentina. Lo que se pone en juego es un cambio profundo", aseveró la gobernadora María Eugenia Vidal ante la tropa de intendentes de Cambiemos en vísperas de las elecciones legislativas de octubre.

Incluso, en calle 6 se piensan en potenciar a los referentes locales de Cambiemos en las ciudades cabeceras de La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca para reforzar la maquinaria electoral primaveral en el interior rumbo a las urnas.

Se sabe, un escenario de “polarización” entre Cambiemos y Unidad Ciudadana dada la paridad numérica en las encuestas se transforma en el peor escenario para los massistas del espacio 1País. “Algunos nos quieren hacer creer que estábamos en el cielo y ahora en el infierno o viceversa. Estamos en el purgatorio", dicen.

Legisladores bonaerenses que reportan a Emilio Monzó – como el diputado Marcelo Daletto (Cambiemos) – subrayan que la reciente convocatoria de Cristina Fernández de Kirchner de unir el voto opositor para frenar "el ajuste" que, según supone, forjará el gobierno de Mauricio Macri después de las elecciones de octubre, “es un reconocimiento de la derrota”, ya que en la PBA “muchos se dieron cuenta que tenemos que elegir entre el pasado y el futuro”.

Casi idéntica línea de pensamiento que tiene el randazzismo.

En trincheras del PJ clásico ya se anticipa un proceso de recambio dirigencial.

Casi al mismo tiempo cristinistas y randazzistas se incriminan haber sido “funcionales” a Macri y a Vidal para que el PRO retenga poder institucional, a priori, más allá de las fronteras del 2019.

Agua y votos

El oficialismo “amarillo” anota un comportamiento “emocional” en el electorado. No es para menos. Hay distritos bonaerenses en los que ganó Cambiemos y están con un 50 por ciento bajo agua.

Especulan que el votante analiza también que este “no es un problema nuevo, sino que viene de años”.

El Gobierno nacional ya anunció que financiará obras hídricas para mitigar el impacto de las inundaciones en distritos del noroeste de la Provincia. Se trata de un asunto delicado en clave electoral.

Acorralados por millones de hectáreas afectadas y fuertemente presionados por redes sociales, el jefe de gabinete “vidalista” Federico Salvai, armó un cónclave ampliado con legisladores y funcionarios para “avanzar” en la problemática hídrica.

En concreto, decidieron seguir monitoreando la situación crítica que atraviesan varios municipios y productores rurales en la Provincia tras la coyuntura meteorológica y los “promedios históricos que han alcanzado las precipitaciones”.

“La gestión Vidal se encuentra realizando obras hidráulicas que disminuirán las consecuencias de las inundaciones, pero no se puede solucionar en dos años lo que no se hizo en más de 20.

"Estamos sufriendo las consecuencias de años de desinversión y promesas incumplidas”, dijeron desde el bloque de diputados de Cambiemos. La chicana política rozó el uso electoral de la tragedia que viven muchos productores agropecuarios.

“Es irónico que aquellos que formaron parte y/o avalaron gestiones que no se preocuparon por las obras necesarias para mitigar las inundaciones, ahora estén pidiendo respuesta a un gobierno que lleva un poco más de un año y medio”, señaló el jefe de la bancada oficialista, el legislador Jorge Silvestre en relación a las críticas expuestas por intendentes y referentes del arco opositor.

Hace algunos días también el ministerio bonaerense de Infraestructura y Servicios Públicos retomó el diálogo con intendentes y legisladores (oficialistas y opositores) por las obras del Fondo de Infraestructura Municipal.

Básicamente, se repasó el estado de obras en la actualidad, evaluando la ejecución y certificación de las mismas.

“Hay que poner foco en que las obras se terminen. Es una decisión de la gobernadora Vidal. Donde se empieza una obra se termina”, destacan.

En líneas generales, los alcaldes piden reeditar el FIM en 2018.

La Provincia quiere atar esa discusión con la sanción legislativa de un Presupuesto para el año que viene que puede venir acompañado de un nuevo pedido de autorización para contraer deuda internacional.

De acuerdo con las últimas cifras, el stock de deuda pública al 31 de marzo de 2017 ascendió a 218.884,7 millones de pesos (unos 14.222,5 millones de dólares), según el Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires.

Durante el primer trimestre del año, la deuda provincial se incrementó en $ 22.590,3 millones (unos U$S 1.860 millones).

Con relación al tamaño de la economía provincial, medido por el Producto Bruto Geográfico (PBG), el promedio de 2007 a 2011 ascendió al 9,5%.

Midiendo contra los ingresos totales de la PBA (recaudación propia, fondos coparticipados, etcétera) el pasivo provincial promedió un 86,5% en el mismo lapso, con un 49,8% en 2016.