A la caza de “títulos positivos”
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Con la modificación de la nueva ley de Ministerios, votada por la Legislatura, el ex capataz massista Joaquín de la Torre ensaya su asunción en el desdoblado ministerio de Producción.
En términos políticos, significa, ni más ni menos, que el primer desembarco formal de un dirigente peronista al equipo de la gobernadora María Eugenia Vidal.
Un clásico movimiento de la “pieza mayor de ajedrez” en etapa de precalentamiento político electoral.
Eso, además incluye, una movida que tiene desde el sindicalista Gerónimo "Momo" Venegas (jefe de los peones rurales) hasta "armadores históricos del PJ” (ex intendentes y legisladores) dentro de Cambiemos.
La bienvenida a De la Torre dejará masticando bronca a un sector del radicalismo que no oculta una fractura cada vez más expuesta con las decisiones del PRO en el esquema institucional. Jorge Elustondo, el único ministro de la UCR en el gobierno de Vidal, queda al frente del área de Ciencia, Tecnología e Innovación.
"Me gusta ir a las ciudades con las obras en ejecución o terminadas. La Provincia está atravesando una situación difícil histórica, pero estamos peleando para revertirla. Vamos a mostrar con pasos concretos que se puede. Importa mucho más lo que uno hace que lo que diga que va a hacer, son muchos años en los que se prometieron cosas y no cumplieron. Pero nosotros, con pequeños pasos, vamos mostrando que estamos dispuestos a cumplir, a ir por el camino correcto", sostuvo la Gobernadora, antes de participar junto al presidente Mauricio Macri del "timbreo nacional" que funcionarios nacionales y provinciales realizaron en distintas localidades del ámbito bonaerense.
“Mientras el oficialismo sigue debatiendo sus internas, discuten la idoneidad del Jefe de Policía, (Pablo) Bressi, y algunos funcionarios del Gobierno están tocando timbre, siguen muriendo vecinos víctimas de la inseguridad" en zonas calientes del Conurbano en general, se desmarcó el massismo vía el senador del Frente Renovador, José Luis Pallares.
Esta semana la puja salarial entre el Frente Gremial Docente en reclamo de mejoras salariales y el equipo económico de Vidal que solo busca que le cierren los números de la Provincia “quebrada”, tendrá un nuevo capítulo.
“No van a ver ni guardapolvo blanco o uniforme escolar en las calles el miércoles próximo”, advierten los sindicalistas combativos que adhieren a la huelga nacional por la reapertura de la negociación paritaria.
La falta de una nueva oferta de suba salarial también coincidirá con la medida de fuerza que convocaron los judiciales para pasado mañana.
Hábilmente, la Gobernación de calle 6 a través del ministro de Gobierno, Federico Salvai, salió a capitalizar políticamente la ley que impedirá las reelecciones indefinidas de intendentes, legisladores, concejales y consejeros escolares.
La limitación a dos períodos consecutivos fue impulsada por el massismo, con el aval oficial de Vidal y el furioso rechazo de la bancada parlamentaria del Frente para la Victoria.
En rigor, fue la bahiense Nidia Moirano, al asumir hace 4 años atrás su banca como senadora bonaerense, quién justamente presentó el primer proyecto de ley que tenía por objetivo de terminar con la avidez de aquellos dirigentes políticos que siempre buscan eternizarse en el poder.
“Es la síntesis de la renovación que dio su primer paso en 2013 cuando Sergio Massa sepultó con su triunfo electoral los sueños de “Cristina Eterna”, celebró el senador (y cuñado del tigrense) Sebastián “Patito” Galmarini.
Ahora tanto diputados y senadores como alcaldes (barones del Conurbano y también algunos patrones del interior) podrán permanecer en un mismo cargo electivo (municipal o legislativo) por 8 años.
Aclaremos: en política nadie se jubila de forma prematura.
La antipolítica
Para el peronismo opositor la ley que pone límites a las reelecciones es un discurso de la “anti política”. Dicen que, “es un parche para hacer un poco de ruido mediático”.
Una suerte de planteo oportunista, utilizado por el oficialismo de Cambiemos para disimular el progreso inflacionario y los “tarifazos” en hogares.
Por las dudas, la ambulancia del esquema “renovador” de Massa se puso en marcha con la decisión de abrirle las puertas a los radicales que estén decepcionados con el rumbo económico que siguen desde la Casa Rosada.