Escenario indefinido

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

Desconfiado por las reiteradas críticas de no pocos actores afines al Gobierno nacional, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, decidió reiterar, casi de manera cotidiana, su alineamiento con la Casa Rosada, pero con cierto margen de autocrítica.

Lo hace frente a una coyuntura otoñal adversa para un kirchnerismo puro que mantiene la tendencia de ver florecer como competidor interno al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. En ese contexto, Scioli entiende que necesita fortalecer su postulación presidencial.

Desde el entorno gubernamental platense dicen que el votante peronista, incluso los que en la actualidad no están dentro del oficialismo K, apoyará en los próximos comicios a Scioli, ante los dos escenarios que se vislumbran en la contienda electoral: el armado oficialista del Frente para la Victoria-PJ y el arco opositor liderado por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

La unión entre los radicales y los “amarillos” del Pro también fue duramente castigada por el sciolismo, apuntalado por el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, y así reforzar la estrategia de polarización electoral con Macri

A cinco meses para las PASO, los legisladores bonaerenses ultra K, capitaneados por el diputado Fernando “Chino” Navarro, subrayan que la presidenta Cristina Fernández es quién tiene “la mayor lucidez y capacidad para ver el tablero de ajedrez completo” del armado electoral oficialista.

El hecho de que Julián Domínguez haya logrado conseguir el guiño de la Rosada para competir por la Gobernación, refuerza la teoría de que el kirchnerismo tendrá candidato presidencial “propio” más allá de lo que haga Scioli.

“El peronismo debe encolumnarse detrás del esquema que CFK organice por ser la que nos conduce”, apuntó el senador por el “dominguismo”, Patricio García.

“Massa no puede cargar con mochilas de plomo”, tiran desde el heterogéneo espacio legislativo del Frente Renovador, en medio de turbulencias internas de candidatos a la Gobernación, en especial, contra Francisco de Narváez.

"Me parece totalmente improductivo, extemporáneo y falto de sentido común tratar de instalar una candidatura hablando mal de otro", refutó el diputado Juan Amondarain, buscando aquietar las aguas.

Situación curiosa, ya que De Narváez es, junto al exgobernador Felipe Solá, quién mayor nivel del conocimiento público tiene entre el electorado bonaerense, a diferencia de otros dirigentes que se pretenden instalar por el esquema político que conduce Sergio Massa, como por ejemplo la diputada y precandidata a gobernadora, Mónica López, que amaga con dar un portazo e irse del FR.

Además del cuestionado “modelo de inseguridad”, el arco opositor se ocupó vía la diputada Margarita Stolbizer de salir a difundir en las redes sociales fotos de escuelas de la Provincia, en cuyas aulas se estrenaron pupitres escolares pintados de naranja (color elegido por el sciolismo como propaganda electoral).

“Margarita parece jugar a ser funcional a la Rosada cuestionando únicamente a Daniel”, señalan en las diagonales estrategas comunicacionales del gobernador.