Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Especialista en tragarse “sapos”

Aun cuando la coyuntura económica no es del todo propicia, la Provincia está dispuesta a concretar un “esfuerzo extra” para evitar un escenario de conflictividad social por no lograr anudar un acuerdo de incremento salarial escalonado con docentes y estatales para 2015.

Aun cuando no es lo recomendable, el gobernador Daniel Scioli puede “gastar a cuenta” sin caer en la irresponsabilidad presupuestaria. En la antesala de un año electoral que lo tendrá como protagonista, estrategas sciolistas apuntan que el almanaque del año próximo tendrá menos hojas de gestión en el calendario mensual de “gastos corrientes”.

“Claramente es un año de ocho meses, hasta las elecciones primarias que definirán quién se lleva la candidatura presidencial por el FpV”, admiten.

Dentro del esquema “naranja”, creen que si Scioli obtiene un triunfo en las PASO, llegará después de mucho tiempo algún tipo de asistencia económica de la Nación para no poner a la Provincia en crisis financiera. De lo contrario, ese déficit será un peligroso problema a heredar para el sucesor en la sede gubernamental de calle 6.

En el medio hay una instancia de negociación salarial con los estatales y docentes. Los ministros Silvina Batakis (Economía) y Oscar Cuartango (Trabajo) admiten que el hermético porcentaje de suba salarial que se ofrecerá para enero y febrero, “a cuenta” de lo que se resuelva en la paritaria anual en marzo, es a cambio de que el gremialismo “garantice la paz social”.

En términos políticos, la situación plantea todo un desafío para Scioli que, para poder zambullirse en la carrera presidencial, necesita mostrar una Provincia ordenada y sin medidas de fuerza gremiales.

Hasta ahora, nunca fue fructifero para el kirchnerismo pegarle a Scioli. Un experto en tragarse “sapos” sin que eso le provoque alguna indigestión. Visiblemente, la presidenta Cristina Fernández busca mantener la iniciativa política como la gran electora del FpV. Para no pocos en La Plata, su reciente frase por cadena nacional acerca de que “para ser candidatos, no alcanza con elegir un color, marketing o una foto, hay que tener hombres identificados con un proyecto colectivo”, fue un tiro por elevación al gobernador, aún cuando señalan que las criticas tienen cierto “beneficio político” en la estrategia de diferenciación de estilos.

En esta etapa, Scioli continuará con su sobreactuación de “cristinismo puro”, acompañando las políticas del gobierno nacional y, en particular, elogiando la gestión presidencial.

“Estoy seguro que lo mejor está por venir en la Argentina”, reiteró Scioli desde el Luna Park -donde entregó el microcrédito “100 mil sueños cumplidos”, correspondiente a una línea del Bapro- combinando un mensaje de gestión gubernamental con su rol de postulante presidencial.

Meses atrás, el propio Scioli había tuiteado, con cierta dosis de autocritica, que estaba “convencido de que en el país lo mejor está por venir si trabajamos juntos repasando lo que se haya hecho bien y corrigiendo lo que haya que corregir”.

“Lo que Cristina pide son los proyectos que van a estar en discusión”, interpretó el diputado Guido Lorenzino en referencia al discurso de la mandataria, pero aclaró que “Scioli es la persona con más legitimidad después de la presidenta” porque viene protagonizando el modelo “a lo largo del tiempo”.

Todos los caminos conducen a DOS, admiten por las diagonales desde alguna trichera K. Días atrás, la jefa del bloque de senadores bonaerenses del FpV, Cristina Fioramonti de Kunkel, sorprendió inaugurando un local del sciolismo en Florencio Varela, rodeada de funcionarios provinciales.