Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Lucas Faggiano: “Cumplí el sueño que tenía de chico”

Creció mirando a su padre jugar la Liga Nacional. Y, a los 27 años, se dio el gusto de regalarle la camiseta del campeón. Otro bahiense en lo alto.
Jorge le marcó el camino a su hijo, y juntos disfrutaron lo que muchos se retiran sin poder lograr: un título de Liga Nacional.

Fernando Rodríguez

ferodriguez@lanueva.com

Tres días después al nacimiento de Lucas, el 21 de marzo de 1989, su papá Jorge cumplió 28 años y ya por entonces acumulaba 126 partidos en Liga Nacional, todos con Estudiantes de nuestra ciudad.

El 15 de octubre de 2006, es decir, 17 años más tarde, se inscribió por segunda vez el apellido Faggiano en el historial liguero, cuando Lucas saltó a la cancha, también con la camiseta de Estudiantes, en el Casanova, en la derrota frente a Boca, por 99 a 89.

Después de 356 partidos en la Liga, el heredero de esta pasión se consagró campeón con San Lorenzo.

“Mis primeros recuerdos son de estar con mi mamá y mis hermanos viendo jugar a mi viejo en la Liga”, dice Lucas.

“Mi ilusión -enfatiza- era poder llegar ahí. Y a medida que uno va creciendo, ese sueño se va convirtiendo en un deseo, y cuando se concreta es una alegría. Cumplí el sueño que tenía de chico”.

-¿Cuánto considerás que influyó la figura de tu papá jugador y haber crecido en un entorno basquetbolístico?

-Un montón. Cuando empecé a tener conciencia tenía incorporado el básquet. La cuestión familiar y haberme criado en Estudiantes fueron los motivos por los que me inicié en esto.

Lucas jugó profesionalmente cinco temporadas literalmente “en el patio de su casa” con la camiseta de Estudiantes y, después, de Bahía Basket. Las dos siguientes estuvo en Boca y la última, en el Ciclón.

-Te desprendiste de la ciudad, de tu ámbito natural y perdiste a tu mamá casi al mismo tiempo, es decir, un montón de situaciones fuertes. ¿Esto te hizo replantearte algo de tu futuro o te dio más fuerzas?

-Replantearme nunca. Sí 2013 fue un año medio traumático. Pero uno aprende que debe tirar para adelante. Ya pasaron tres años y corrió bastante agua abajo del puente. Hoy, después de un tiempo, poder salir campeón me llena de alegría.

-¿Cuánto y en qué creciste desde que te fuiste de Bahía?

-Me fui con 24 años y tengo 27. Estuve en dos equipos de renombre, con mucha repercusión. El primer año jugamos Liga Sudamericana y semifinales de la Liga. La pasada fue algo más complicada y esta que fui campeón. Digamos que todo esto me fue dando cierta experiencia, madurez y aplomo. Este año, tal vez por estar rodeado de jugadores con calidad y de experiencia, internamente me sentía con mayor tranquilidad, por más que la situación fuera adversa.

-¿Esto te favoreció para terminar jugando a muy buen nivel?

-Creo que sí. Porque después de un año irregular en lo colectivo e individual, haber terminado jugando, creo en mi mejor nivel, tiene que ver con eso, de haber estado aislado de todo el contexto, que no era poco.

Lucas y Bernardo Musso fueron los únicos del equipo que orientó Julio Lamas que tuvieron asistencia perfecta en los 71 partidos.

El bahiense promedió 21,1 minutos y mostró lo mejor en las instancias finales. ¿Qué más puede pedir?