“El triunfo es mérito de mi equipo, yo tuve que soltar el embrague y girar”
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Por Javier Quintero / fquintero@lanueva.com
Celebró como si fuera su primera victoria en la categoría y no la decimonovena; como si hubiera ganado la final de una fecha determinante en la lucha por el campeonato y no la segunda del Estival 2014/15. Pero Marcelo Weimann es así: espontáneo, temperamental y algunas veces excéntrico y exagerado.
"Festejé como si fuera un campeonato. Tengo muchas cosas en la cabeza, mucha gente a la que agradecer y me salió así", dijo el Narigón después de arrodillarse y tirarse al piso en el centro de pista.
"Estoy contento por haber ganado rápido y por el grupo de gente que me ayuda. 'El Benja' (uno de sus colaboradores) me descubrió un problema en el diferencial que lo vengo arrastrando desde hace 10 años. Por eso, este triunfo es mérito del equipo. Yo sólo tuve que soltar el embrague y girar", agregó.
Si bien su comentario tuvo una dosis de humildad, fue evidente que el auto del piloto bahiense evolucionó entre la tercera serie, cuando terminó detrás de Esteban Mancini, y la primera semifinal, en la que le sacó más de 2 segundos a su escolta y estableció el mejor registro de cara a la última carrera de la noche.
También tuvo una cuota de fortuna, porque sus principales adversarios fueron cayendo uno tras otro: Mancini largó antes en la semifinal y partió de 4ª fila, y Claudio Roth no pudo completar la reparación del cárdan y quedó al margen de la final, sin poder defender su condición de imbatible.
La carrera definitiva se completó con 5 vueltas, por el vuelco que protagonizó Gabriel Schiebelbein a la salida de la curva Nº 4. Eso interrumpió lo que hubiera sido un interesante round entre Weimann y Cristian Nápoli.
De todos modos, nada hubiera modificado el éxito del Narigón, ya que Nápoli fue excluido porque su auto no superó la revisión técnica.
Así fue como Gastón Pérez, heredó el segundo lugar y como Daniel Altamirano, todavía irregular, terminó tercero. Cuarto fue Emiliano Urretabiscaya, quien calladito está 3º en el campeonato y quinto quedó el joven volador, Luciano Vallejos.
Más allá de su festejo alocado y de no estar aún conforme con su auto ("podemos mejorar", contó), lo cierto es que Weimann lleva asistencia perfecta en los podios.
"Corro por un sueño. Todos saben que me muero por salir campeón. Son 18 escalones. Los dos primeros los subimos bien, pero no me quiero hacer ilusiones", dijo.
Ahora la pregunta es, si por ganar la 2ª fecha festejó así, ¿se imaginan lo que haría si por fin logra pintar el Nº 1?