Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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"Ozark" es una serie "sólida" y "sin fuegos artificiales", según su protagonista

Ya está disponible la primera temporada.
Fotos: Archivo

   Jason Bateman, actor y director de "Ozark", una de las grandes apuestas de ficción de Netflix que se estrenó hoy, declaró en Londres que se trata de una serie "sólida" con "grandes actores" y sin "fuegos artificiales".

   Protagonizada por Marty (Bateman), cuenta la historia de un financiero de Chicago con problemas matrimoniales cuyo mundo da un vuelco el día que su socio (Josh Randall) estafa al narcotraficante (Esai Morales) para el que blanqueaban dinero ilegalmente.

   Con una pistola apuntándole en la cabeza y un folleto vacacional en el bolsillo, Marty ofrecerá a la desesperada a su jefe el negocio del siglo: lavar hasta 500 millones de dólares en el territorio virgen de Los Ozarks, un popular destino veraniego por sus lagos y bosques montañosos en lo más profundo de Estados Unidos.

    Marty tendrá que demostrar a contrarreloj que su plan no es un farol, trasladarse a Los Ozarks con su esposa (Laura Linney), sus dos hijos y todos sus ahorros en efectivo, mientras un arrogante agente del FBI (Jason Butler Harner) sigue el reguero de dinero y cadáveres.

   "Marty debe blanquear el dinero o toda su familia será asesinada, pero las cosas se tuercen cuando intenta ir de sabelotodo de la gran ciudad con los vecinos y los infravalora", explicó Bateman.

   Frente los lugareños hostiles, el señor del crimen de las montañas y un tenaz agente del FBI pisándole los talones, "el reloj sigue corriendo" y "hay cosas que está obligado a hacer y multiplican el peligro: el pragmatismo y el instinto de supervivencia de proteger a su familia toman el control".

   La serie se envuelve así en un sombrío mundo de cuerpos sumergidos en barriles de ácido, misas religiosas acuáticas, linces adoptados como mascotas y bailarinas de estriptis embarazadas.

   Para el actor, el estreno de "Ozark" coincide con un momento político y social especial en el país, según el cual, "la gente de las grandes ciudades está intentando entender qué es realmente el interior del país, qué es lo que les importa a sus gentes".

   "Marty subestima a los habitantes de esta pequeña localidad y es un terrible error de cálculo; verle intentando sacar adelante su plan en un entorno mucho más difícil de lo que esperaba es parte del atractivo de la historia", añadió el actor.

   Y es que hay algo cómico y tenso en trasplantar a una familia urbana y privilegiada al mundo de los "hillbillies", un gentilicio que designa en EEUU a los habitantes de las regiones montañosas, tradicionalmente representados en los medios y las películas como atrasados y resistentes a la modernización, independientes, endogámicos, bebedores y proclives a la violencia.

   Bateman, antiguo niño prodigio de Hollywood en "La familia Ingalls" y hoy más conocido por sus papeles en "Juno", "Cómo acabar con tu jefe" y "Arrested Development", se siente cómodo en el papel de "hombre común", representando a los espectadores en la trama. (EFE)