Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

"Me hubiese encantado ser un surfista profesional", dijo "Chango" Spasiuk

Anoche se presentó en el Teatro Coliseo.
"Me hubiese encantado ser un surfista profesional", dijo "Chango" Spasiuk. Aplausos. La Nueva. Bahía Blanca

   Antes de su nuevo show en el Teatro Coliseo, el compositor Chango Spasiuk reflexionó sobre su carrera y dijo: “Me hubiese encantado ser un surfista profesional”.

   Tocó chamamé en el Teatro Colón y en los más selectos reductos de la vanguardia neoyorquina. Realizó proyectos para la pantalla grande y obras de teatro.

¿Qué legado te gustaría dejarle a tu público?

   -Atahualpa [Yupanqui] decía [en El andar]: "A veces no comprendo por qué camino tanto, si no he de hallar la sombra que el corazón ansía. Quizá un profundo acorde, profundo como un llanto, he de escuchar un día, he de escuchar un día." Lo que estaba diciendo es que la música es una oportunidad para encontrar un estado del corazón. Cuando yo me siento a tocar, trato de que el otro pueda encontrar en mi música un estado del corazón que no sea solamente entretenimiento. Si se puede hablar de legado, me gustaría que mi música sea una herramienta para refugiarse, un espacio para sentirse a salvo por un ratito. Eso es lo que quiero, a veces sucede y a veces, no. No imagino un legado mediático ni trascendental.

¿En qué momento de tu carrera te encontrás?

   -Estoy en un buen lugar. Miro para atrás y me dan ternura las cosas que hice, que dije, los discos que logré. Veo que todo eso tiene errores, pero sé que tuvo que haber pasado para llegar a tener los amigos que tengo ahora, y a la música que toco hoy. Estoy en el medio: ni un exceso de vanguardia ni un exceso de tradición. Ya no soy un joven que recién empieza ni tampoco un hombre que ya terminó su camino. Tengo mucho más para decir. Todo el tiempo hay trabas. Hay nuevas ideas y nuevas preguntas. Nuevas herramientas y nuevos conflictos. Es ilusorio pensar que uno ha llegado a un lugar donde está a salvo. Lo que ha cambiado con el tiempo es que empecé a entender que esto es parte del proceso y sucede todo el tiempo. Entonces, trato de aceptar las cosas como son, no desestabilizarme y buscar el punto medio. Antes me angustiaba más o perdía esperanzas. Ahora sé que todo es muy cíclico y trato de hacer una pequeña acción todos los días. (lanacion.com)