Mar y río, juntos, en un entorno que vale la pena conocer y recomendar

Redacción de La Nueva.

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La diversidad de paisajes con que cuenta el distrito de Coronel Dorrego, logra cautivar a quienes deciden vacacionar en un espacio que combina mar y río, con todas las posibilidades que permite esta conjunción.

Sus 47 km de costa marítima prácticamente virgen, el extenso recorrido del río Quequén Salado con sus cascadas y saltos, y los atractivos de la villa balnearia Marisol, invitan al turista a disfrutar de un espacio propicio para el contacto con la naturaleza, y al mismo tiempo, óptimo para el descanso y tranquilidad.

Marisol, es el único balneario del partido de Coronel Dorrego, y se llega desde la localidad de Oriente y a través de un cautivante camino sinuoso enmarcado por añosos eucaliptus.

Ese pequeño poblado recibe cada verano a una cantidad creciente de visitantes ansiosos por conocer ese lugar especial en que el mar confluye con el río Quequén Salado, constituyéndose en una experiencia turística distinta.

Por otra parte, el marco que rodea la villa, compuesto por una frondosa vegetación, médanos vírgenes y aguas que permiten la realización de diversas actividades deportivas, constituyen la carta de presentación de este destino del sudeste bonaerense.

La lista de atributos que caracterizan al balneario Marisol es extensa y gira en torno a su slogan, Simplemente Natural.

Tal como es posible observar es dueña de playas extremadamente vírgenes y posee paisajes imponentes que invitan a la contemplación de su flora y fauna autóctona.

De todo ello se puede disfrutar en un espacio de tranquilidad y seguridad que la villa otorga generosamente y que brinda a los turistas una sensación de libertad inigualable.

El balneario cuenta con variados atractivos que pueden conocerse a lo largo de la estadía estvial. En el sector conocido como Elvimar, la bajada principal al río Quequén Salado en Marisol, se mantienen espacios provistos de fogones, mesas y bancos. Además, se ha construido allí un muelle de pesca y existe una bajada natural para pequeñas embarcaciones. En tanto, para aquellos que prefieren un sector más agreste del río y totalmente natural, podrán hallarlo accediendo al sector denominado La Tregua, ubicado antes de ingresar al camino sinuoso que conduce a Marisol.

Ya en el interior de la villa, es posible dirigirse hacia un sector sobresaliente en altura, donde se ha construido un mirador panorámico. De esta forma, es posible observar desde allí el curso del río, visualizar la desembocadura y conocer las especies autóctonas, tanto de flora como de fauna, que se encuentran detalladas en una reseña colocada en ese lugar.

La playa de Marisol, es el gran atractivo del lugar, y quienes son amantes del mar cuentan con buenas opciones, ya sea para permanecer en el espacio de zona de baño, al cuidado de los guardavidas, o para alejarse hacia zonas menos concurridas, o bien para dirigirse por la playa al sector de la desembocadura, donde se podrá disfrutar de la unión del río con el mar, lugar conocido como La Boca.