Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Roger Federer desafía al tiempo

Con un tenis de excepción que lo mantiene vigente y le permite seguir mejorando sus números dorados, Roger Federer estableció ayer otro récord al obtener su octavo título en Wimbledon.

A los casi 36 años (los cumplirá el venidero 8 de agosto), el maestro suizo volvió a imponer su clase y a dictar cátedra frente a sus rivales más jóvenes. Firme, intacto y elegante, arrasó nuevamente en el legendario Abierto británico ganando sus siete partidos sin ceder un set. Una campaña similar había edificado en 2007 cuando se adjudicó el certamen en Australia.

Con su victoria en la final por 6-3, 6-1 y 6-4 ante el croata Marin Ciclic se alzó, además, con su 19º Grand Slam y superó en cantidad de trofeos logrados en el All England a William Renshaw y Pete Sampras, quienes se quedaron con 7. Martina Navratilova, con 9 conquistas, es la única que está apenas por encima del tenista nacido en Basilea.

También se convirtió en el segundo jugador más veterano en llegar al cotejo definitorio de Wimbledon desde Ken Rosewall en 1974. El australiano, por entonces, tenía 39 años y 246 días.

Recuperado de la lesión en los meniscos de la rodilla izquierda que lo marginó del circuito durante varios meses en 2016, hasta aquí la temporada de Federer ha sido notable. En 2017 aprovechó todas las chances que dispuso y se adueñó de los torneos de Australia, Indian Wells, Miami, Halle y el último en el césped inglés.

Esa sucesión de éxitos lo llevó a crecer significativamente en el ranking. Empezó el año en el 16º puesto con 2.130 puntos y a 10.280 de Andy Murray. Hoy se ubica tercero con 6.545 y a 1.205 del sitial de privilegio que ostenta el escocés.

Con su hambre de gloria y su inalterable calidad, Federer no se cansa de desafiar al tiempo. Se lo nota suelto, enfocado, decididamente ofensivo y con una presión asfixiante para someter al adversario de turno.

Su juego, incluso, ha variado en este tiempo. Más incisivo, ahora trata de acortar los puntos al máximo para preservar y garantizar energías en caso de estirarse el encuentro. Solo el match de semifinales con el checo Tomás Berdych excedió las dos horas de acción. Una prueba de la rapidez y la contundencia que utilizó para sentenciar sus compromisos.

Su ambición y su fuerte mentalidad siempre lo colocan delante de objetivos superadores. Al margen de intentar recuperar la cima del escalafón mundial, uno de ellos será el de atravesar la barrera de los 100 títulos en su intachable trayectoria.

Esa hazaña sólo la alcanzó el norteamericano Jimmy Connors, quien reúne 109 en sus vitrinas. Con sus 93, Federer está muy lejos todavía. Sin embargo, para el más grande tenista de la historia ya nada parece imposible.