Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Un valorable gesto de María Eugenia Vidal

Escribe Juan Florín
La visita de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires a los padres de Micaela Ortega fue valorada y destacada por propios y extraños.

--Juan, ¿qué me contás de la visita de Mauricio? Algunos esperaban más anuncios para la ciudad, pero parece que el tema estuvo un poco frío.

--Calentito estaba dentro de las carpas donde se realizó el acto. Aunque te admito que tampoco era como para quedar en remera y ojotas. Más bien templado, aceptable, ahorrando energía.

--No la ibas a dejar pasar...

--Y no, pero lo que sí pasó fue la visita de la gobernadora y el ministro nacional de Transporte sin que explicaran, por ejemplo, qué va a ocurrir con el cercenado servicio de trenes de pasajeros entre Bahía y Constitución. Formalmente, se explicó que Vidal nunca habla cuando acompaña al presidente, por razones protocolares.

--Así que nos quedamos con las ganas. ¿Y de la visita a la mamá de Micaela?

--Vidal tampoco habló con la prensa e incluso había pedido con firmeza que no trascendiera que estaba previsto el encuentro.

--Ahora sí decime algo más sobre la visita presidencial para la inauguración del muelle de Dreyfuss.

--La verdad es que no hubo muchos anuncios concretos y, como explicó muy bien Adrián, en realidad se inauguró algo que venía funcionando desde hacía bastante tiempo y si antes no se había hecho algún acto al respecto fue por la sencilla razón de que había mala relación entre el kirchnerismo y las empresas de este sector.

--También eso puede considerarse un avance. Además ese tipo de fotos siempre le aportan algo a un presidente.

--¿Por qué lo decís?

--La imagen se difundió en todo el país y qué saben en Córdoba, Rosario o Buenos Aires si esas instalaciones ya venían en marcha o son nuevas. Lo que queda es que Macri inauguró una obra nueva. En tiempos en que la política es más show que contenido, no te puedo negar que tenés razón. Aunque ya que arrancamos poniendo el ojo derecho, creo que, como decíamos antes, todos los laureles de la jornada se los llevó María Eugenia Vidal.

--¿Lo decís por el gesto de ir a visitar los padres de Micaela Ortega?

--Sin dudas. Una actitud que dentro de un contexto doloroso como es la muerte de esta niña y todo lo que la rodeó, fue valorada y destacada por propios y extraños. Pero resultó gratificante ver cómo en la sesión del jueves del Concejo, en forma muy sincera, se resaltó desde todos los bloques la decisión de la gobernadora.

--Podemos decir que tratándose de quien aseguran es la dirigente con mejor imagen del país, sirvió para levantar puntos ante los bahienses después del gusto amargo que nos había quedado cuando vino para el 11 de Abril y hubo unas cuantas situaciones desagradables.

--Yo le sacaría cualquier connotación política. Estuvo bien desde lo humano, por encima de cualquier ideología. Hacen falta esas cosas. Vienen bien...

--¡Cómo estamos hoy! Para que los perseguidos que nos miran con lupa y se hacen mala sangre con teorizaciones retorcidas, relajen un poco.

--Tampoco les demos tanta importancia. A fin de cuentas, un par de los que se creen que la ciudad empezó cuando llegaron ellos, todavía no habían nacido y nosotros ya teníamos la costumbre de encontrarnos todos los domingos para compartir buena data.

--¿Algo más sobre el acto en el puerto?

--A todos los presentes se los vio muy ceremoniosos y con buenos modos. Nada que decir. Quizás la nota esté por el lado de los ausentes. Hubo gente que esperaba invitación y nunca le llegó.

--¿Cómo es eso?

--Por ahora dejalo ahí. Cerremos el tema confirmando que una encumbrada concejal se sigue moviendo con mucha familiaridad entre el elenco provincial. Quién te dice que en algún momento todo eso le reditué en el mediano plazo.

--Juan, me comentaron que los municipales desde este mes dejaron de recibir el recibo de sueldo en papel ya que fue reemplazado por uno digital.

---Así es. Parece que la “despapelización” avanza. Para que te des una idea, sus impulsores estimaron que solo con esta medida el municipio reduce el uso de papel en unas 30.000 hojas por año.

---Ah bueno, pero hay que ver si solo queda en ese anuncio o están dispuestos a seguir avanzando.

--Parece que el tema de la modernización viene en serio. Al recibo digital se suman otras medidas impulsadas por la secretaría de Quartucci, como la implementación de expedientes electrónicos internos y la aplicación de nuevas tecnologías al servicio de los vecinos.

--¿Cuáles? ¿Me das un par de ejemplos?

--Toda la papelería, el tiempo y la burocracia que insumían las renovaciones de los contratos temporarios y las ampliaciones horarias, han sido reemplazados por un simple trámite on line que se lleva a cabo en un par de horas.

--Y respecto de los vecinos, ¿qué se puede decir?

--Eso lo tengo atado con alfileres, pero te cuento que esta semana lanzan el curso de manipulación de alimentos a través del Campus Virtual. Estamos hablando de un promedio anual de más de 500 vecinos que antes debían concurrir varias veces a una capacitación presencial y que ahora lo podrán hacer tranquilamente desde sus casas.

--Por lo que contás, queda claro que Héctor cuando asumió y creó esa secretaría no solo tenía el propósito de mostrar datos municipales a través del portal “gobierno abierto” sino avanzar en la incorporación de tecnología para mejorar la administración.

--Es que Gobierno Abierto es una herramienta afianzada y los datos que se publican son, en la mayoría de los casos, tomados directamente de RAFAM o actualizados por las diferentes secretarías. Sólo en el caso de las SAPEM, los técnicos municipales tienen que procesar la información suministrada por las empresas para poder mostrarla.

--Mirá vos, eso no lo sabía. Otra: de ese choque del que me hablaste la semana pasada en inmediaciones de un feedlot en la ruta 3 sur ¿no tuviste más novedades?

--Sí, como en todo “accidente” la cifras de heridos que se conocieron inicialmente, se fue ampliando a medida que pasaron las horas. Pero hice voto de silencio.

--Me estás defraudando. Bien sabés que lo que hablamos en esta mesa queda acá.

--Bien, confío en tu hermeticidad. Parece que también le tuvieron que meter el pulmotor a un alto funcionario municipal.

--A la perinola. ¿Quién?

--El nombre no te lo digo, pero te doy una pista. Es relativamente joven, emprendedor, innovador y desarrollador. Lo acostaron con 900.000 nacionales, pero bueno, sarna con gusto no pica porque según me dicen se había embalado mucho con eso del entre 4 y 5 % mensual y también sumó a otros a la “atractiva” inversión.

--Esperemos que registre la mala experiencia y desde su función alerte a quienes buscan su asesoramiento, que no se dejen llevar por aquellos que proponen hacerla rápido y fácil.

--Seguro, imaginate que quien se quema con leche ve una vaca y sale corriendo. José Luis, ¿recibiste algún billete de 500?

--¿Quién me va a dar a mí un billete de 500? Como no sea cuando vaya a cobrar la jubileta...

--Me imagino que no empezarás a guardarlos debajo del limonero, como hacías antes con los verdes...

--Dormí tranquilo. Apenas lleguen, los primeros los usaré para pagar la factura de Camuzzi... si me alcanzan... ja, ja...

--Lo cierto, mi amigo, es que el macrismo terminó por reconocer con franqueza lo que no quisieron reconocer los tres períodos de gobierno K: que la inflación justificaba la creación de billetes de mayor denominación. La única verdad es la realidad, ¿no?

--Y, no queda otra que admitirlo.

--La Argentina viene teniendo, a través del billete de 100, el poder adquisitivo más bajo de toda la región, después de los 100 bolívares de Venezuela. Aunque, en rigor, Venezuela ya dejó de ser referencia para cualquier comparación, porque es un país virtualmente en quiebra. De todos modos, hay que decir que los 100 pesos apenas significan poco menos de 7 dólares, mientras que en Uruguay los billetes de mayor valor equivalen a unos 60 dólares. En Venezuela, aquellos 100 bolívares eran, al menos hasta no hace mucho, nada más de 15 centavos de dólar. A buen entendedor...

--Ni hablar, Juan. Si hoy por cualquier cosa que compres en el quiosco tenés que pelar un billete de 100, con lo cual se complica enormemente el cambio.

--Por supuesto. Siete de cada diez billetes que circulan en el país son de 100 pesos. Así no puede funcionar la cosa. Los bancos tienen serios problemas para guardar la guita; los cajeros automáticos revientan y se vacían enseguida y hasta el pavimento de la zona bancaria de Buenos Aires sufrió las consecuencias del constante paso de los celulares que reparten el dinero en los bancos. Más claro, echale agua.

--¿Y cómo nos acostumbraremos a usar los papeles de 500, más los de 200, que aparecerán en octubre, y los de mil, que llegarán el año que viene?

--Esa es una buena pregunta. Quienes conocen estas cuestiones me dicen que será necesario un breve proceso de adaptación, porque es algo novedoso. Por otro lado, los expertos dicen que la gente tiende a gastar más cuando los billetes tienen valor más bajo.

--El asunto es que el yaguareté está haciendo su aparición en el mundo financiero argentino...

--Así es. Veremos cómo se comporta el mercado. Ahora bien: fijate cómo son las cosas. Mientras nosotros no tenemos otra alternativa que apelar a los billetes de 200, 500 y 1.000, en Europa se sigue hablando de suprimir los billetes de 500 euros como una forma de prevenir delitos como la corrupción y la financiación del terrorismo, ya que se necesitan menos cantidades para conformar un negociado. La posibilidad fue evaluada por el Banco Central Europeo, donde se aclaró que si se tomara esa medida no se afectaría los límites de las cantidades que se pueden pagar en efectivo.

--Otro mundo...

--Hay que considerar también, José Luis, que la tendencia mundial es ir suprimiendo paulatinamente el dinero efectivo. O sea, dando mayor lugar a las operaciones electrónicas, desde las más cuantiosas hasta las más pequeñas, como un elemento de seguridad y de practicidad, según dicen los que conocen del asunto.

--No creo que nosotros alcancemos a ver la desaparición del billete, pero...

--El que va a la delantera en esa línea en Suecia, que podría ser el primer país del mundo donde desaparezca el efectivo. De hecho, en los útimos seis años el dinero en circulación cayó casi el 50 por ciento. Ya se usa el celular para dar la orden de pago de las compras más comunes de cada día, incluyendo las que se hacen en el quiosco, por ejemplo. Todo esto no es casualidad: Suecia hablitó su primer cajero automático en 1967, dos años antes que en Estados Unidos.

--Buenos datos, ¿qué más?

--Ya que andamos en el ambiente financiero, te puedo agregar que en estos momentos son cinco los bancos que se quieren quedar con los negocios minoristas del Citi en la Argentina: cuatro de ellos tienen sucursal en Bahía: el Macro, el Galicia, el Santander y el BBVA Francés. El quinto es un grupo encabezado por Juan Bruchou, justamente expresidente del Citi en el país, y el banco peruano Interbank. El 25 de este mes, los interesados deberán presentar una oferta concreta y definitiva. Hasta ahora, se habló de ofrecimientos entre 180 y 250 millones de dólares.

--¿Y quién podría ser el ganador?

--Habrá que esperar cuando llegue el momento del anuncio. Pero algunos medios financieros dicen que al Central no le caería mal que el negocio minorista del Citi pase a manos de los peruanos, porque preferirían que haya más operadores en el mercado bancario, en lugar de alentar la concentración en bancos que ya operan en la plaza. Veremos...

--Veo que estuviste muy activo esta semana.

--No más que otras. Y para cerrar estos apuntes sobre compras y ventas, fue noticia el hecho de que el poderoso grupo santafesino Vicentín se quedó con el 90 por ciento de los negocios de los yogures, flanes y postres de SanCor, por 100 millones de dólares. La situación de la empresa cooperativa es comprometida, porque arrastra una deuda del orden de los 300 millones de dólares. Coca Cola, que estaba también muy interesada, perdió la carrera. La otra novedad es que no se pudo formalizar la venta de Transportadora de Gas del Sur, que en Bahía tiene la planta del kilómetro 700 de la ruta 3 sur, construida hace unas décadas por Gas del Estado, y por donde pasa todo lo que viene de los gasoductos patagónicos, tanto de los yacimientos neuquinos como los de la Patagonia sur. Aquí, la vendedora es Pampa Energía, de Mindlin, que viene de comprar los activos de Petrobras Argentina, entre ellos la refinería de Loma Paraguaya. El que estaba por cerrar la compra de TGS es Jorge Neuss, pero no pudo llegar a la meta, y ahora habrían aparecido otros interesados. Neuss tiene, entre otras cosas, la distribuidora eléctrica en Río Negro.

--¿Vos estás con la “Sube” o con la “baja”?

--Ja, ja. Ese temita déjalo para más adelante. La cosa es que mientras nos preparamos para darle la bienvenida a Sube, te comento que en Rosario acaba de inaugurarse el Metrobus, que viene a ser el primero del interior.

--Si repite el éxito del que implantó Mauricio en Capital, cuando era alcalde, los rosarinos estarán de parabienes.

--Con seguridad. Si bien el tramo es relativamente corto, de dos kilómetros y medio, se presume que esta experiencia podría abrir las puertas a una futura ampliación. Y Mar del Plata, por otro lado, espera que su propio Metrobus comience a construirse el año que viene. Eso sí: será más grande, ya que correría a lo largo de 10 kilómetros por las avenidas Luro e Independencia, la costa y la diagonal Alberdi.

--Y en Bahía, ¿naranja...?

--Al menos, por ahora. Quizás los técnicos consideren que la dimensión de la ciudad todavía no justifique la obra.

--Sin el pan y sin la torta. Porque también nos quedamos esperando el tren urbano, que hace pocos años había despertado tanta expectativa, ¿no?

--Tenés razón. La idea parecía factible, porque se hablaba de un tren que vendría desde White, cruzaría la ciudad, llegaría hasta los predios de la UNS y terminaría en el Conicet. Francamente, no puedo darte una respuesta precisa, ya que hace bastante tiempo que no tengo data.

--Quizás la Muni o los concejales vuelvan a interesarse...

--Podría ser. Aunque Bahía tiene una experiencia para olvidar, como la de los trolebuses, que se compraron en 1954 y nunca pudieron funcionar porque no había suficiente caudal de electricidad. O sea, pusimos el carro delante del caballo: primero compramos los trolebuses y después nos dimos cuenta que no había cómo alimentarlos.

--Y al final terminaron rematándolos en el hall de Alsina 65. ¿Te acordás?

--Sí señor. El remate lo hizo el Banco Municipal de La Plata y hubo varios compradores particulares. Pero si del transporte público hablamos, acordate que alguna vez, poco antes del '40, se decidió suprimir los tranvías, que ahora recobraron su auge en muchos países del mundo. Y no me olvido que hace pocos años, durante el kirchnerismo, el gobierno había pactado con la francesa Alstom la compra de trenes y tranvías, y que Bahía era una de las ciudades elegidas para que éstos volvieran a correr.

--Bueno Juan, por ahora conformémonos con que tenemos un mejor servicio de colectivos y con la pronta llegada de la Sube.

--Hablando de viajes, hay una onda que se está afianzando para estrechar los contactos entre los municipios del sudoeste y darle mayor vuelo al turismo.

--Recursos naturales no nos faltan.

--Ya lo creo. La Asociación de Hoteles está trabajando firme con esa idea. El último paso fue un convenio con la comuna de Tres Arroyos, adonde viajaron Pancho, Silvio y otros miembros de la entidad, que también acordaron con la Cámara Económica realizar una capacitación a las personas vinculadas a la hotelería, la gastronomía y el turismo. En toda la región, con acuerdos similares, se capacitó a 3.000 prestadores en los últimos dos años.

--Con Monte, Pehuen Co, Sierra, San Blas, Chapalcó, Carhué y otros lugares, el turismo todavía tiene mucho para crecer, incluyendo el ámbito rural.

--Perdoname, te veo ojeroso y cansado. ¿Qué te pasó? ¿No pudiste dormir bien de jueves para viernes?

--Tuve una pesadilla.

--¿Estás seguro? Humm, me parece que fue una realidad. Una triste y lamentable realidad. ¿Dónde vas? Pará, es una broma nada más. ¡José Luis! ¡Volvé! ¡Al menos pagá el café!