Los bahienses compraron un 0 km cada 100 minutos

Redacción de La Nueva.

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Se va enero...

--Sí, señor. Un mes que estuvo bien cargadito de noticias de todo calibre. Y para levantar más las temperaturas propias de la época, el tarifazo que se viene...

--Sobre todo en la electricidad, ¿no?

--Así es. Aranguren tuvo que poner la cara para anunciar aumentos que orillan el 300 por ciento en la escala mayorista.

--Juan, sin conocer de las cuestiones técnicas, no se puede negar, como vos mismo lo comentaste sobre esta mesa, que es una forma cruda y dolorosa de sincerar una situación que venía revestida de una fina capa de demagogia y de engaño...

--Tal cual. Lo definiste bien. Tarifas subsidiadas para la Capital Federal y el Gran Buenos Aires durante varios años, a costa de lo que pagábamos los que vivimos en el interior.

--Hasta que un día se termina ese despropósito, porque, al final, todo se paga...

--No tengas dudas. Ahora, el asunto es ver cómo impactan las nuevas tarifas en el costo de la vida, el gran intríngulis que el gobierno tendrá que resolver en el más corto plazo posible, antes de que las cosas se pongan espesas...

--Cuando Aranguren salió a hablar de las tarifas, se refería específicamente a la ciudad de Buenos Aires y al GBA...

--Sí, porque allí, como en todos los órdenes, es donde se calibra y se define todo. Pero, claro, en las provincias también quieren saber cómo viene la mano.

--¿Y cómo viene en la nuestra?

--Aquí habrá que esperar los anuncios oficiales. Eso sí, confío que en la provincia no se les ocurra un tarifazo de la misma magnitud, porque en ese caso seguirán las mismas distorsiones y diferencias que hasta hoy. Dicho de otra forma, volveríamos a subsidiar a la capital y el conurbano.

--No vendría mal acordar un poco de federalismo, ya que el gobierno nacional está dialogando con los gobernadores, ¿no te parece?

--Estoy de acuerdo. José Luis, fijate un detalle: en el conurbano, que es provincia de Buenos Aires, el servicio es de Edenor y de Edesur, según las zonas. Y tanto en La Plata como en el resto bonaerense, operan otras empresas: Edelap en la capital y, entre otras, Edesur en Bahía y alrededores. Habrá que armonizar el conjunto. Esto me recuerda una curiosidad: décadas pasadas, en La Plata, donde tenía su sede la antigua DEBA, el servicio era de SEGBA, que atendía también a la Capital Federal y el GBA.

--Rarezas de ese particular federalismo que rige en la Argentina...

--Tal cual. A propósito: según datos del propio Ministerio de Energía, en el interior la electricidad viene costando hasta 7 veces más que en la ciudad de Buenos Aires. Y las tarifas de EDES están entre las más altas, apenas superadas por las de Río Negro, Neuquén y Santa Cruz, entre otras.

--Y decime, Juan, hablando de tarifas, ¿qué pasará con ABSA?

--Ah, en este caso, habrá que ver qué dice Moria Casán...

--¡Ja ja...! ¿Será cierto que cobraba unos cuantos miles por mes?

--El abogado lo desmintió. Pero, en estos tiempos y viendo todas las cosas que ocurren, no terminó de convencerme la desmentida. Volviendo al caso del agua, y ahora en serio, supongo que en La Plata tendrán un tacto muy especial, porque los usuarios bahienses están muy sensibilizados, y con razón, por lo que ha sucedido últimamente. Y si le agregás el caso de Moria, ni te cuento...

--No es la primera vez que aparece el nombre de una vedette cuando se trata de ABSA...

--Sí. Hace unos años, fue María Eugenia Ritó, quien salió en algunas crónicas porque era la mujer de Marcelo Salinas, un hombre vinculado con las negociaciones entre el gobierno de Scioli y la empresa estatal israelí Mekorot, para construir una planta potabilizadora en Punta Lara.

--Que nunca se hizo...

--No, porque dicen que algunos papeles dejaban enormes duda sobre la transparencia del negocio.

--Juan, ¿para dónde podemos rumbear ahora?

--¿Sabés cuántos cero kilómetro, entre autos y vehículos comerciales livianos, se patentaron el año pasado en Bahía?

--Podría arriesgar un número, pero prefiero recostarme sobre los datos oficiales...

--Me informó Diego, responsable local de ACARA, que fueron 5.327, lo cual da un promedio de 14 por día. Y, para ser más detallistas, un patentamiento cada una hora y 40 minutos.

--¿Y cómo estuvo el mercado con respecto a los últimos años?

--Más tranquilo. Porque la baja fue del 6 por ciento con relación a 2014, y del 30 por ciento si comparás esos números con el 2013, cuando se llegó a 7.813 patentamientos.

--¿Y qué se espera para este año?

--En el primer semestre, la plaza estaría relativamente calma. Pero esperan una reactivación para la segunda parte del año, aunque hay una traba que no es menor: la Argentina importa del Brasil unos dos tercios de los autos que vende. Y vos sabés que los brasileños están pasando por un momento económico muy difícil, con una retracción productiva que golpea por aquí. De cualquier manera, según Diego, hoy, en la ciudad, como en el resto del país, las concesionarias tienen mercadería disponible, así como aplican planes actualizados y bonificaciones. A nivel nacional, se habla de algo más de 600.000 patentamientos para el año, una cantidad parecida a la del 2015.

--Hablando de financiamiento. Juan, ¿sabés si hay algunos planes para comprar dos o tres kilos de asado para el domingo que viene?

--¡Eh, no es para tanto..!

--Es lo que te parece... Porque la hacienda en pie bajó en Liniers y en los remates, pero en las carnicerías todavía no se enteraron...

--Tenés razón. A los carniceros les cuesta bastante modificar los precios para abajo. El asunto es que más o menos en tres meses, el precio de la carne subió más del 20 por ciento. Y esto el ama de casa lo sufre...

--Y como está enterada de lo que pasa en Liniers, también se pregunta por qué no baja el precio en el mostrador.

--Esta semana, un carnicero del centro mostraba la lista de precios del frigorífico que lo abastece y le confiaba a un amigo que le están bajando la media res a 60 pesos el kilo. Si multiplicás por 3, como es costumbre, los precios de los cortes más caros, como el lomo y el peceto, llegás a 180. Y el asado anda por los 130, con las lógicas diferencias entre carnicerías o entre supermercados. De ahí que no hay que esperar bajas inmediatas, me contaron...

--Entonces, voy a ver si suspendo el asado y lo reemplazo por una buena raviolada... Voy a hacer números esta semana...

--Otros que hacen números son los intendentes municipales de la zona.

--¿Para qué?

--Para ver cómo harán para ir avanzando mes a mes, porque, en general, se han encontrado con un panorama mucho más complicado de lo que esperaban.

--O sea que la tierra arrasada no es un fenómeno a nivel nacional y provincial, solamente...

--Más vale... Entre la cantidad de empleados, las deudas con proveedores y la falta de muchos elementos imprescindibles para los trabajos propios de la comuna, van a tener que hacer malabares para salir adelante. Me quedó grabado lo que contó en la tele José Luis Zara, hombre de Cambiemos, el nuevo intendente de Patagones.

--¿Qué dijo?

--Que tiene una planta permanente de casi 1.200 personas a las que se agregan unos mil contratados, muchos de los cuales figuran como proveedores. Algo sumamente extraño. Si tenés 2.200 sueldos en una población de 32.000 habitantes, los números no cierran por ningún lado. Parecido es lo que encontró Carlos Bevilacqua en Villarino, porque tiene 30.000 vecinos frente a unos 1.300 empleados. Relación imposible de sostener. Imaginate: es como si la Municipalidad de Bahía tuviera 12 o 13 mil empleados, entre estables y demás.

--Quiere decir que en Bahía todavía la relación es razonable...

--Si la comparás con aquellos dos casos, sí. Pero tampoco es lo ideal. Como dijo Zara, en muchos distritos han tomado al municipio como una fuente laboral. Donde no hay industrias, casi todo el mundo trata de refugiarse en la administración comunal. Y así es muy difícil funcionar, porque alrededor del 70 por ciento del presupuesto se lo llevan los sueldos. En ciertos casos, un poco más. Y el mismo Zara anticipó que va a solicitar una auditoría externa para certificar si las deudas que le están exigiendo los proveedores son auténticas.

--Y el valioso tiempo que se pierde en corregir todos estos desaguisados no se dedica a solucionar los problemas cotidianos de la gente...

--Efectivamente. Pero no te conté lo más llamativo: en Quehué, un pueblito de La Pampa que tiene 400 habitantes, los empleados municipales son 80.... ¡Uno de cada cinco...! Para colmo, el nuevo intendente, Fernando Tuñón, dice que una estación de servicio inaugurada por la administración anterior no funciona porque no tiene permiso para vender combustible. Y la nueva iluminación en el camino de acceso al pueblo tampoco funca...

--Y siga el corso...

--Podríamos agregar lo de La Plata, donde habían desaparecido vehículos, juegos infantiles, luminarias y otros elementos, que aparecieron en depósitos particulares. En principio, Garro, el nuevo intendente, le achaca la responsabilidad a Pablo Bruera, su antecesor.

--Dios mío...

--Hablando de municipios, se están esperando novedades tras el anuncio del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, de que van a impulsar la prohibición de las actividades de los trapitos, después de lo que ocurrió en San Martín.

--Un problema no menor, que, afortunadamente, en el caso de Bahía no ha tenido derivaciones tan graves como en Buenos Aires y el GBA, salvo la pelea de los otros días en Soler e Israel, que terminó con la muerte de uno de esos trabajadores informales, noticia que repercutió en los medios porteños.

--Recuerdo que durante la administración municipal de Macri, se quiso ordenar la actividad, prohibiendo a los trapitos, pero la Legislatura no le aprobó sus propuestas. O sea que todo sigue igual, con “custodios” del tránsito que piden cualquier barbaridad para cuidar el auto cuando hay grande espectáculos artísticos o deportivos.

--Te decía que en Bahía la cuestión no es tan complicada, por supuesto. Pero sigue habiendo cierto número de trapitos que se apoderan virtualmente de la vía pública sin que nadie se lo impida. Conozco el caso de uno de ellos, que hace unos años había dejado esa tarea, que cumple regularmente en “su” cuadra del microcentro, para incorporarse a los municipales de pecheras amarillas destinados a ordenar el tránsito. Supongo que la actividad formal no le convenía: dejó la pechera y volvió a su rol de trapito a cien metros de la Plaza Rivadavia, donde tiene a varios clientes fijos.

--Juan, se me ocurre que este tema, como el de los limpiavidrios, también será abordado por el gobierno municipal, aparte de la proposición que le haga llegar Ritondo, quien pretende fijar políticas coordinadas con las comunas.

--Opino lo mismo. José Luis, apuntes finales: en algunos clubes de la Liga del Sur le prestaron mucha atención al dato de que el gobierno nacional se hará úargo, además del derecho de admisión, de la seguridad en los partidos de la AFA, desde el segundo semestre del año. Si eso ocurre al máximo nivel, se preguntan los dirigentes, ¿por qué no aplicar la misma política en las ligas del interior? Sería una forma de aliviar enormemente los presupuestos de los clubes, a los que se le van muchos miles de pesos en pagar la vigilancia policial.

--Tal vez les salgan más caros los policías que los propios jugadores...

--Para cerrar, un saludo a los amigos de una de las instituciones más antiguas de la ciudad: la Unión Vasca, que acaba de cumplir 117 años. Nació como Laurak Bat en Brown y Villarino, donde sus dirigentes, encabezados por el primer presidente, el navarro Ramón Latasa, construyeron el edificio que luego, durante largo tiempo, ocupó la Escuela Normal, hasta su demolición. Desde 1940 está en Lavalle y Lamadrid, donde se enorgullecen cuando, entre pinchos y paellas, dicen que es el segundo centro vasco más antiguo del mundo, después de su similar de Buenos Aires, que ya tiene 137 años.

--Si supiera despedirme en euskera, lo haría, pero...

--Dejalo ahí. Supongo que me habrías dicho que volvemos a vernos el domingo.

--Naturalmente. Ah, no pongas el aire acondicionado. Empezá a cuidar los kilovatios...