Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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CFK tuvo que pedir los apoyos a Aníbal

El precandidato presidencial dice que todo es una operación, pero se mantiene lejos de Fernández.
CFK tuvo que pedir los apoyos a Aníbal. Puertas adentro La Nueva. Bahía Blanca

Era cerca de la medianoche del lunes. Daniel Scioli cerraba una jornada más de la campaña política en la capital provincial junto al gobernador jujeño Eduardo Fellner. Poco más de 24 horas antes habían estallado en las pantallas de Canal 13 las denuncias de dos testimonios que difundió el programa Periodismo Para Todos que involucraban a Aníbal Fernández con el tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez. El candidato del Frente para la Victoria recibió un llamado directamente desde la Casa Rosada. Según fuentes inobjetables, el autor del llamado le habría hecho saber del malestar de Cristina Fernández por el silencio de Scioli. "La doctora no ha leído ninguna declaración tuya condenando esta operación contra Aníbal".

Antes de subirse al avión para regresar a Buenos Aires, Scioli decidió, recién entonces, hacerse cargo del tema y atendió a los periodistas para hacer una declaración. Aunque no se jugó demasiado. "Se subestima a la gente cuando se piensan que con este tipo de acciones van a distraer la atención sobre lo que más le interesa a la gente", dijo.

El caso de Scioli, que igual hizo gestos notorios para tomar distancia del asunto a cinco días de las primarias, como pegar el faltazo al acto de cierre de Aníbal Fernández, fue el último de una serie de llamados y acciones directas del entorno de Cristina para conseguirle apoyos al quilmeño. Es que un día después del programa de PPT la inmensa mayoría de los dirigentes del kirchnerismo, del peronismo y el grueso del gabinete de funcionarios, había guardado prudente silencio. El mismo jefe de Gabinete tuvo que reconocer el lunes por la mañana, que a esa hora los apoyos eran "muy, muy chiquitos". Pero aclaró que tenía "el apoyo que más importa que es el de la presidenta". Esa fue la señal. Por temor a represalias o fruto de una acción coordinada por Wado De Pedro, empezaron a aparecer los apoyos y los mensajes de solidaridad. Pero quedaba en el ambiente un fuerte malestar presidencial por un dato incontrastable: la solidaridad apareció recién el martes.

La explicación más acertada que ofrecieron fuentes gubernamentales fue que en plena recta final hacia las PASO del domingo, y frente al tenor de las denuncias contra el quilmeño, nadie "quiso jugarse sin tener alguna información más a la mano".

Una versión que circuló con fuerza por los pasillos de Balcarce 50 sostiene que fue el propio De Pedro quien convocó de urgencia al jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, para saber las razones del prolongado silencio del gobernador y el resto de sus funcionarios. La reunión fue desconocida ayer por la mañana por el propio Aníbal Fernández. "No conozco que se hayan reunido", dijo temprano en la mañana. Cerca de la medianoche y desde la lejana Jujuy, tras aquel llamado perentorio, el candidato no tuvo más remedio que hablar. Aunque por razones horarias sus dichos recién se conocieron en los portales de ayer. Como prenda de paz, y para no incomodar a la jefa, Scioli también decidió no ir al acto de cierre de Julián Domínguez en La Plata.