Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Las escuchas, en manos de “Wado”

Las escuchas telefónicas que realiza la Secretaría de Inteligencia (SI) y que, según la nueva ley que crea la Agencia Federal de Investigaciones, deberían quedar bajo control de la Procuradora General de la Nación, ya están en cambio en manos menos previsibles y hasta más temerarias: La Cámpora.

Y para completar el cuadro, con control directo no del titular del organismo, Oscar Parrilli, que sufriría de ese modo un primer desgaste en su autoridad, sino del flamante y poderoso secretario General de la Presidencia, Eduardo "Wado" De Pedro.

El "hijo político" más mimado de Cristina Fernández, como ella misma lo llama, colocó al frente de la Dirección de Observaciones Judiciales -conocida como OJOTA en la jerga judicial y de los servicios de inteligencia- a una joven militante de La Cámpora, Josefina Kelly Neira, de 29 años, que ya prestó servicios en los ministerios de Justicia y de Seguridad antes de desembarcar en el edificio de 25 de mayo 11.

Lo cierto es que la nueva titular de OJOTA será la responsable de manejar las tan controvertidas escuchas telefónicas de la exSIDE cuando, por la ley que creó la AFI, se determinó que esa responsabilidad quedaba en manos de la Procuradora, Alejandra Gils Carbó, igualmente de máximo alineamiento con el gobierno y la presidente.

Kelly Neira ya tuvo sus primeros tropiezos: el fiscal Paul Starc la denunció por obstrucción de la justicia luego de que la funcionaria le negara en dos oportunidades la posibilidad de realizar escuchas telefónicas en el marco de la investigación de dos secuestros extorsivos en el conurbano bonaerense.

Starc le dirigió un escrito a Gils Carbó en el que le reclama como responsable última del sistema de escuchas judiciales que "inste" a Kelly Neira, y al secretario Parrilli, para que "se abstengan de llevar adelante conductas como la denunciada" a las que considera como "un injustificado retardo" en el avance de sus investigaciones sobre esos delitos.

Fuentes de la Casa Rosada ponen un dato sobre la mesa que genera diferencias entre Parrilli y De Pedro, su sucesor al frente de la estratégica Secretaría General.

Para empezar dejaron trascender que Parrilli no tuvo ninguna participación en la designación de la joven de La Cámpora en un cargo de tanta sensibilidad política como el control de las "pinchaduras".

Kelly fue llevada a ese puesto por orden directa de Wado, quien ya la había colocado primero en la Subsecretaría de Gestión Penitenciaria y luego en la Subsecretaría de Relaciones Parlamentarias, ambas del ministerio de Justicia, y más tarde en la Dirección Nacional de Fiscalización de Desarmaderos del ministerio de Seguridad. De allí la rescató para llevarla a la ex SIDE.

La designación de Kelly Neira, que es abogada y proviene del Frente Mercedino para la Victoria (FMpV), donde conoció a su padrino y mentor, se enmarcaría en un plan mucho más amplio de Máximo Kirchner y La Cámpora para colocar entre 300 y 500 agentes en la Secretaría de Inteligencia, en el marco de un más amplio desembarco de los "pibes" de Cristina en otros numerosos nichos de la administración pública nacional y en posiciones claves de ministerios y secretarías de Estado.